Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 27 de octubre de 2024

EL DOLOR INVISIBLE EN SOLEDAD

 

    A veces vivimos situaciones que guardamos profundamente en nuestro interior, como si el dolor fuera un secreto que debiéramos proteger de las miradas ajenas. Aparentamos sonrisas, cumplimos con nuestras obligaciones, y caminamos por la vida dejando solo vislumbrar lo que deseamos mostrar. Sin embargo, existe un peso en esa reserva, en la necesidad de ocultar nuestras luchas, que va creciendo como una sombra. Es una carga silenciosa y persistente que otros, aun con la mejor intención, pocas veces logran percibir.

 



    Es complejo que los demás adivinen los problemas que llevamos dentro porque no existe una herida visible, nada que alerte a quienes están cerca. Es un dolor disfrazado, escondido en pequeños detalles que dejamos escapar, en la mirada que se desvía, en el suspiro profundo tras una conversación trivial. Quizá, desde afuera, alguien nos perciba tranquilos, adaptados, como si viviéramos sin mayores preocupaciones. Pero detrás de ese silencio se esconde una lucha que desgasta poco a poco, que nos va desconectando de aquellos a quienes amamos, porque sentimos que nadie comprendería lo que realmente atravesamos.

 

         En la soledad del dolor, lo más difícil no es solo vivirlo, sino tener que hacerlo en silencio. Cargar con él sin poder nombrarlo, sin poder liberarlo con palabras, nos hace preguntarnos a menudo si otros lo notan, si alguien percibe que necesitamos un abrazo, una palabra de ánimo, o simplemente alguien que escuche sin juzgar.

 

    Este dolor oculto, silencioso, es un recordatorio de que todos libramos nuestras propias batallas, y que la verdadera empatía surge cuando entendemos que, detrás de cada sonrisa, puede haber una historia que no conocemos. Y quizá, solo quizá, si alguien se detiene a preguntar más allá de lo evidente, podamos liberarnos de una parte de ese peso y recordar que no estamos completamente solos.

 

 

domingo, 20 de octubre de 2024

¿TE SIENTES INCOMPRENDIDO?

 La soledad del incomprendido es un silencio profundo, una sensación que, aunque dolorosa, guarda una belleza secreta. Es como caminar por un sendero donde las palabras y los gestos de otros no logran alcanzar el corazón. 

El incomprendido vive en una tierra propia, donde sus pensamientos, sentimientos y visiones son tan únicos que, a menudo, no encuentran eco en quienes lo rodean. Y sin embargo, en esa soledad, hay un espacio fértil para el autoconocimiento, una oportunidad para descubrir la esencia más pura de lo que uno es.




Es cierto que duele. Duele mirar alrededor y notar que las conexiones no siempre son tan profundas como se desearía. Pero en esa búsqueda incansable por ser comprendido, el incomprendido aprende a conocerse mejor que nadie. Se convierte en su propio refugio, en su mejor compañía. Y, a veces, esa soledad se transforma en un abrazo silencioso que invita a la introspección y al crecimiento.

El incomprendido no es alguien aislado por su propia elección, sino alguien que elige caminar a su ritmo, danzar al compás de una música que solo él escucha. Es un ser que mira al mundo desde ángulos que otros no alcanzan a ver, y es allí, en esa perspectiva única, donde se esconde la maravilla de su existencia.

La soledad del incomprendido, lejos de ser una maldición, es una bendición disfrazada, porque le permite tocar lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo que otros no pueden sentir. Y al final, aunque la comprensión de otros tarde en llegar, el incomprendido descubre que, en su soledad, ha encontrado la riqueza más valiosa: la de comprenderse a sí mismo.

¿Cómo te sientes tú?

 

miércoles, 16 de octubre de 2024

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE TU ABUELA MATERNA?

 Revisando artículos interesantes sobre los que poder reflexionar, me he encontrado éste (entrevista). Es, cuanto menos, interesante y desde luego no nos dejará indiferentes.

Aquí lo dejo para vuestra propia consideración:




 

____________________________

Esta señora es muy importante para ti. 

¿Por qué?

Porque es clave a la hora del traspaso de información genética y de programas.

Resulta que cuando ella estaba embarazada de tu mamá, el feto ya tenía los ovocitos formados. De estos ovocitos, van a salir los dos millones de óvulos que tendrá tu mamá durante su vida. Uno de estos óvulos, lleva tu nombre. 

Así que este óvulo lleva la información de la abuela.

¿A qué información te refieres?

 A todo lo que la abuela vivió, sintió y cómo lo vivió. 
Si era el momento adecuado para tener hijos, si era deseado el embarazo, si se sentía protegida por su marido, etc… 

Saber que necesidades biológicas no tenía cubiertas la abuela. Todo esto y mucho más es información que se queda impregnada en cada célula del feto. Por lo tanto, llevas información de la abuela cuando estaba embarazada de tu mamá. 


¿Has oído hablar alguna vez que la genética a veces se salta una generación?Pues es justamente esto. El óvulo del que sales lleva la información de la abuela materna.

¿Por qué de la abuela y no del abuelo?

Porque la abuela pone el óvulo y el abuelo el espermatozoide; el óvulo, a parte de la información genética, lleva la información mitocondrial que está en la membrana celular. Mientras que en el abuelo, la información mitocondrial está en la cola del espermatozoide y, como sabes, en el momento de la fecundación la colita se queda fuera. En la mitocondria es donde está guardada la información a niveles de programas que se heredan. Información biológica.

 

----------------------------------------------

"Querida abuela honró tu vida y lo difícil que fue tu destino.

Honro tus pérdidas, tu sacrifico, tu fortaleza para superarlo todo y poder transmitir la vida.

Te tomo completa y te miro con dignidad; honro tu vida y así te doy un gran lugar en mi corazón.

Honro mi propia vida, mi propio destino. Hoy sé que tengo la posibilidad de hacerlo, a mi modo y a mi forma, formando parte de este linaje.

A través de Sandra Sánchez.(Revista digital Quora)

____________________________

 

Podemos, repetir este mantra cada día o cada noche, de forma que, la hayamos conocido o no, agradezcamos el linaje que de ella desciende y se manifiesta a través de nostr@s. Eso puede explicar muchas angustias indefinidas, fobias, complejos, timideces o todo lo contario.

 

domingo, 6 de octubre de 2024

EL VALOR DE LA ADVERSIDAD

  A lo largo de la vida todos pasamos situaciones problemáticas, adversas que nos sacan de nuestra zona de confort. 

 

Nuestra sociedad está instalada en la comodidad y nos ha envuelto en esa dinámica del escaso sacrificio, de la intolerancia al fracaso, del esfuerzo continuado. De este modo, cada cosa que nos sucede fuera de ella, nos descoloca. En seguida nos ponemos nerviosos, cambiamos de humor, nos quedamos sin energía interior.





 

         La adversidad nos pone a prueba. En lugar de resistirnos a lo que va a suceder, de una forma u otra, lo debemos aceptar. Acomodarnos a lo diferente e incluso, sacar de ello lo mejor de nuestras fortalezas, que tal vez ni conozcamos.

 

         La vida es un entrenamiento. Nos pone exámenes para que encontremos en nosotros esa superación personal que nos hará más fuertes. Nos afectamos tanto de los problemas que incluso cambiamos nuestro lenguaje. Si nos preguntan:…”Qué tal te va?...poca gente responde …”genial”, “bien”, etc… estamos abocados a poner “peros” en nuestras respuestas, o utilizar palabras tales como: “fatal”, “no creas que bien”… dando una dimensión a lo que nos sucede aún mucho mayor.

 

         El mundo acoge una especie de caos centrípeto. Van a sucedernos muchas cosas. Hay que estar preparados para que nuestra forma de vida pueda cambiar. Hay que entrenarse a fortalecernos, a ser más expertos en la gestión de las emociones y las respuestas a lo que nos sucede. 

 

         Hay que poner atención a lo que nos sucede, aprender aún muchas cosas sobre la tranquilidad, la serenidad, el sosiego ante los problemas. No podemos esperar solo a que pasen, ellos nos enseñan muchas cosas sobre nosotros mismos y hay que recoger ese aprendizaje para conocer nuestros límites, nuestra paciencia y nuestra empatía.

 

         En la comodidad no se aprende nada. Se aprende en las dificultades. Ningún error es tal. Los errores son oportunidades de mejora si  se sabe aprovecharlos. 

 

No lo olvides; no te equivocas. Estas aprendiendo a hacerlo mejor y a no repetir el error. No sientas culpa. Sigue adelante con la satisfacción de aplicar lo aprendido.

 

         

 

         

domingo, 29 de septiembre de 2024

LA SOLEDAD: UN SILENCIO QUE GRITA

 La soledad tiene muchas formas, pero hay un tipo que duele de manera especial: la de nuestros mayores. Es una soledad silenciosa, una que se va instalando poco a poco, día tras día, mientras las sillas se quedan vacías, las llamadas son menos frecuentes y las risas se hacen ecos lejanos. La soledad de los ancianos no es solo una cuestión de estar solos físicamente, es sentir que su existencia, con todo lo que ha vivido y aprendido, se desvanece en la indiferencia.

Nuestros mayores son bibliotecas vivientes. Cada arruga en sus manos es una página escrita con amor, sacrificio, alegrías y dolores. Sin embargo, en este mundo que corre a toda velocidad, pareciera que no hay tiempo para detenerse a escuchar esos relatos que, en muchos casos, llevan décadas esperando salir. La jubilación, la pérdida de seres queridos, el distanciamiento de los hijos y nietos, la fragilidad física… todo contribuye a un aislamiento que, más que físico, es emocional. Y el dolor de la soledad es como una enfermedad que corroe desde dentro, invisible pero letal.




La tristeza y el desánimo crecen como sombras. Es difícil imaginar lo que significa vivir un día tras otro sin nadie con quien compartir una conversación, una sonrisa, un recuerdo. Se dice que el ser humano es un ser social por naturaleza, y cuando las conexiones humanas se desvanecen, algo en nuestro interior se rompe. Para nuestros mayores, esas conexiones son su ancla, su lazo con un mundo que parece estar dejándolos atrás.

         Pronto olvidamos lo que han hecho por nosotros, más pronto aun lo que no supuso su presencia en nuestros comienzos e incluso, en la posibilidad de sacar adelante a la familia que creamos nosotros mismos. Solamente, al final…cuando tenemos suficientes años ya para poder observar la vida con distancia, repetimos, casi de forma inconsciente, frases que ellos decían, reflexiones que a diario nos hacían y reconocemos los fracasos que nos anunciaron o las bondades que nos enseñaron.

         Debería haber un Ministerio para la soledad, como en Gran Bretaña o en Japón, porque cada vez nuestros mayores son más y están más solos enfrentándose a peligros diarios, enredándose  en resolver problemas para los que ya no están preparados o capacitados cuando ellos lo dieron todo por nosotros. 

         ¿Nadie lo vemos o nadie lo queremos ver?. Ni nosotros de cerca, ni la sociedad de lejos.

 La justicia natural nos pondrá, no en mucho tiempo, en el mismo lugar, entonces entenderemos cómo hemos actuado con nuestros mayores y qué significa depender.

 

 

domingo, 22 de septiembre de 2024

LUCES Y SOMBRAS

 

         Todo en la vida está formado por un claro-oscuro permanente. A la inmensa luz del día le sucede la temida oscuridad de la noche, antes de la tormenta luce un espléndido sol, el momento en el que aparece la enfermedad es el que está precedido por una etapa de bondades y dichas. Es como si antes del abismo estuviese firmemente cimentada la plataforma que nos sostiene.





 

         No todo es perfecto. En realidad, nada es perfecto. Nadie tiene la dicha completa, por cualquier cosa que se elige hay que pagar una factura. El camino que tomamos deja otro muy distinto por el que no transitaremos a la vez.

 

         No podemos tenerlo todo, pero sabemos que tras la sombra está luz y tras los malos momentos llegan otros que los compensan. Por eso, debemos equilibrar las emociones. No hay vidas maravillosas, ni el vecino tiene más suerte que nosotros. A todos nos suceden penas y alegrías. A todos nos condenan, en la tierra, los mismos pecados. A todos nos devuelven las mismas recompensas; más tarde o más temprano, pero sucede.

 

         Saber ver en las sombras y cerrar los ojos en la luz es fundamental.  Cuando tu mundo es oscuro debes  abrir los ojos para aprovechar a estar contigo, a hacer silencio interior, a dejar que la sabiduría interior te de consejos. Cuando, por el contrario, brilla la luz en él, debes proceder a la inversa, es decir, cerrándolos para guardar en ellos los destellos que necesitarás cuando no los tengas.

 

                  Luces y sombras siempre estarán acompañándonos. Ninguna es mejor que otra si sabemos aprovecharlas. Una complementa a la otra y viceversa.

 

No te resistas a la oscuridad porque de ella nace la luz.

 

 

         

domingo, 15 de septiembre de 2024

LA MAYOR RIQUEZA, NUNCA ES MATERIAL

 No dudamos en creer que la riqueza tiene que ver con lo material. No podemos pensar que no se refiera al dinero, las propiedades o las posesiones de cualquier tipo…sin embrago, aunque esta sea agradable no es la verdadera.

 

Veamos este breve relato y su enseñanza:




 

 

…”La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sennyasi. Este es un mendicante errante, una persona que, tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su Padre, que cuidará de él. Entonces se traslada de un lugar al otro. Tal como tú y yo nos trasladaríamos de una habitación a otra de nuestro hogar.


Al encontrarse con el sennyasi, el aldeano dijo: -"¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía: -Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sennyasi errante- y aquí me encontré con usted."


-"¿Qué más le dijo el Señor?" Preguntó el sennyasi.
Me dijo: -"Si el hombre te da una piedra preciosa que posee, serás el hombre más rico del mundo ... ¿Me daría usted la piedra?"


Entonces el sennyasi revolvió en un pequeño zurrón que llevaba y dijo: -"¿Será ésta la piedra de la cual usted hablaba?"
El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo. -"¿Podría quedármelo?"


- "Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted." 


      Siguió su camino y se sentó bajo un árbol, en las afueras de la aldea. El aldeano tomó el diamante y ¡qué inmensa fue su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos.


      El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumido en meditación. Y, al caer la tarde, se dirigió al árbol bajo el cual estaba sentado el sennyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo: -"¿Podría hacerme un favor?" 


- "¿Cuál?" le pregunto el sennyasi.


-"Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta piedra preciosa tan fácilmente?"