Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 30 de noviembre de 2025

AL FILO DE LO "IMPOSIBLE"

¿Has estado alguna vez al borde de algo que te parecía imposible poder superarlo?. ¿Qué ha sucedido?¿Has luchado por ello?¿Lo has logrado?¿Has fracasado y te has rendido o has aprendido con el aprendizaje de los errores?.

 

         Estar en el borde de una meta, siempre asusta. Se ha llegado a ese punto después de mucho esfuerzo, se va a resolver en poco tiempo lo que nos ha llevado tanta voluntad, tanta alma, tanto empeño. Es como el punto de encuentro con la verdad que hemos perseguido tanto tiempo.




 

         La alegría, la inmensa y profunda sensación de éxito, cuando lo conseguimos, no es comparable a nada. Somos nosotros los que nos hemos puesto a prueba. Es nuestra valía la que se juzga. Es nuestra voluntad e incluso, nuestra valentía la que  va a determinar el resultado final. Pero lo más interesante es, posiblemente, darnos cuenta de cómo nos enfrentamos a lo contario, al fracaso. ¿Cuán poderosa es tu tolerancia a la frustración?¿Caes rendido ante la decepción de no haber logrado la meta?¿Recurres a pataletas de cualquier tipo para remediar el vacío de no haber estado a la altura de tus miras? O por el contrario, eres capaz de replegarte para reflexionar en los puntos débiles de tu proceso y encontrara estrategias para remediarlos?.

 

         Volver a empezar siempre nos adentra en un espacio donde la amenaza de caer en lo mismo, nos aterra. Sin embargo, a veces, muchas veces es un camino hacia la liberación en el que otras oportunidades nos esperan. Donde, al menos, el que comienza de nuevo ya no eres el tú de antes, sino alguien diferente con un bagaje de experiencias que te han convertido en más sabio y en más compasivo contigo mismo. 

 

Eso es algo que no tiene precio.

 

domingo, 23 de noviembre de 2025

¿SABRÍAS RESPONDER A ESTAS DOS PREGUNTAS?



     Si te preguntasen, ahora mismo, por cuál consideras que es la calve de la vida ¿ de qué forma contestarías?. Si te invitasen a que hablases de tu propia vida, ¿por dónde empezarías…?. 

 

Antes de seguir leyendo, tómate unos minutos, coge papel y lápiz, piensa un momento y escribe lo que llegue a tu mente. De verdad que merece la pena hacerlo porque te asombrarás del resultado. 

 

No sigas leyendo.

 

Te dejo un momento para que contestes a ambas preguntas.

 

¿Lo has hecho ya?...

         

Vamos a analizar las respuestas. Sobre la clave de la vida, una de ellas; una de las más importantes, es la propia estabilidad, el equilibrio mental y la gestión sana de las emociones, una vez que hayamos priorizado la salud física en general. 




 

Tod@s nosotr@s nos iremos, rápidamente, a pensar en el amor, los hijos etc… pero antes, mucho antes de todo eso, si nosotr@s no estamos en armonía, seguridad y coherencia con nuestro interior todo irá mal.

 

A la siguiente pregunta, la referente a ti mims@, la mayoría de los lectores habrán respondido aludiendo a las personas amadas, pocas lo habrán hecho en primera persona, refiriéndose a si mism@s, al menos en un principio. Si, por el contrario, eres de l@s que te has puesto por delante de todo, te doy la enhorabuena. No es egoísmo. Es inteligencia ejecutiva, pura y dura. 

 

Lo primero eres tú, tu equilibrio, tu salud, tu fortaleza en todos los sentidos porque de ti deriva todo y en ti se apoya todo tu mundo y los que están en él. Por eso debes cuidarte de forma integral.

 

Nadie nos enseña a vivir. En ninguna escuela hay asignaturas en las que aprendamos cómo enfrentarnos a la tristeza, al duelo, al fracaso, a la traición o las euforias de las alegrías momentáneas que también, a veces, trastocan nuestro equilibrio y nuestra conducta. No somos niñ@s, pero no es tarde.

 

Lee, aprende, escucha, visiona…pero lo más importante, ¡ponlo en práctica!. Poco a poco, día a día, caso a caso porque cualquier pequeño avance en ti, lo será en tu mundo y en quienes están en él.

 

¿Se te ocurre mejor causa por la que esforzarnos?

 

 

domingo, 16 de noviembre de 2025

¡UN INSTANTE, BASTA!

 Todo sucede en un instante. El nacimiento, la muerte, el amor, el odio, una caída, la sorpresa, el desencanto… basta un relámpago en el tiempo para que ocurra.

 

En un intervalo infinitesimal de tiempo, puede comenzar o romperse el amor. Una chispa imperceptible en el espacio es suficiente para que todo nazca o todo se quiebre. 

 

¿Te has preguntado, alguna vez, en qué momento se perdió la magia en una relación o, por el contrario, nació?¿en qué partícula de sensación enquistada en tu corazón tomaste una importante decisión?¿en qué brizna de ilusión comenzaste ese proyecto que tanto supuso en tu vida?...así podríamos seguir enumerando sucesos, acontecimientos y contingencias que nos ocurren todos los días. 




 

Sería interesante conocer cómo se producen estos instantes eternos que conllevan tanto tras de sí. Nunca podríamos estar preparados porque el hechizo se produce en ese punto vacío que se instala en un paréntesis invisible de la vida diaria e imperceptiblemente arrolla con todo.

 

Basta un instante. Es suficiente una pizca de aliento divino y el giro en nuestro destino se hace efectivo.

 

Poco podemos hacer, salvo estar atentos a las señales, porque ciertamente también las hay. El suceso ocurre en el fulgor del nano tiempo en el que sucede, pero hay indicios, rastros y huellas de lo que se avecina sin remedio. 


Hay que abrir bien los ojos, ver más allá de las apariencias, escuchar el vacío sordo de lo que no se dice pero comunica, sentir el frío o el calor de lo que está a punto de ocurrir y entonces, todo puede ser vivido con mayor felicidad o menor angustia.

 

No dejes pasar lo que parece que no tiene importancia. Una minúscula partícula de broza, en tus ojos, puede impedir tu visión para siempre.

domingo, 9 de noviembre de 2025

LA FUERZA DE LAS CREENCIAS

“No mires hacia atrás con ira, ni hacia delante con miedo, sino alrededor con atención.”

 

J. Thurken

 

         Nada hay más poderoso que “creer”. Creer en lo que sea. Creer es un reactivo tan magnético que produce efectos reales en aquello en lo que se enfoca. 

         

Los beneficios de la fe, o mejor dicho, de la creencia para que no lo asimilemos a ningún tipo de religión, están presentes ya desde tiempos inmemoriales. Estas creencias  operan desde la prehistoria. Se denominaron “ magia simpática” y consistían en “creer” que aquello que sucedía en el ritual de la pintura sobre las rocas paleolíticas se operaba igualmente en el campo donde se efectuaba la caza. Matar al animal en cada trazo hecho con madera quemada y pinturas de grasas y arcillas, tenía un efecto real, solo y exclusivamente, en base a la creencia.

 

Ahora, después de miles de años, seguimos comprobando que la fuerza que entraña “creer en algo, creer en ti…” lo puede todo. Eso sí, creer no admite dudas. No permite titubeos. No es condescendiente con los pensamientos de inseguridad. No deja lugar, ni rendijas, ni puertas abiertas a las indecisiones.




 

Cuando se “cree” tiene que ser de verdad y por completo. De ello depende que se haga realidad en el pensamiento y en la mente antes de que suceda realmente. Que la creencia cobre fuerza y arrebato sin que aún se haya producido. Y entonces, solo entonces, sucede lo que ya ha cobrado vida en nuestro interior.

 

La frase que inicia esta reflexión nos invita a focalizarnos atentamente en el momento presente porque es el único que tenemos y al él debemos nuestra observación. Debemos escuchar bien, ver con claridad, hablar con precisión y olvidar con rapidez lo que nos aleje del aquí y el ahora.

 

No des importancia a situaciones de las que, en un tiempo, te estarás riendo. No anticipes desgracias que nunca ocurrirán, lo más seguro. No dejes de “ creer” en lo que sea que quieras, pero sin resquicios de duda, sin asomo de inseguridades. 

 

Cree como creían nuestr@s abuel@s, a “ pies juntillas”, decían, para que lo que tenga que suceder caiga del cielo como una suave pluma meciéndose ante nuestros ojos hasta caer en la palma de nuestra mano.

 

 

viernes, 31 de octubre de 2025

EL DÍA DE TODOS

 Todos vamos a morir. Todos lo sabemos. Todos lo queremos ignorar. La muerte nunca es nuestra, por cercana que sea, y por eso obviamos lo inevitable para no condenar al día a día al abismo que supone.

 

         La fe, en lo que sea que se deposite, salva la inconmensurable tristeza del desapego de nuestro cuerpo y nuestra vida. Pero, ¿qué sucede con aquellos que dicen no creer en nada?. Entonces se aferran a la vida y se instalan en un vacío de pensamiento que les hace vivir el presente con una indiferencia absoluta hacia el momento de finalizar la existencia.


        



 

         Todos los que nos aferramos a la creencia en una vida más allá de ésta, queremos pensar que los que se han ido están en un lugar, dimensión o plano mejor. Qué son felices, que están con los suyos y que ahí nos esperarán con la forma en que les conocimos y gozamos, para ayudarnos en el tránsito.

 

         Sea como sea, haya lo que haya, lo cierto es que lo único seguro de la vida, es la muerte. No podemos cerrar nuestra mente ante ella. Es la soberana de la vida, la que preside nuestro tiempo y lo descuenta día a día, la que hace justicia, a veces, o condena sin culpa, otras. 

 

         Los que se han ido, solo lo han hecho antes que nosotros. Tengámosles en nuestro corazón. Ahí siguen viviendo muy vivos…muy nuestros, muy presentes todavía, en su ausencia. Seamos ellos recordando su legado, no para sufrirlo, sino para gozar de lo mejor que nos dejaron.


         Hoy es su día, pero también el de todos.

domingo, 26 de octubre de 2025

SIEMPRE, MIRA EL LADO BUENO

 Todo lo que nos sucede tiene un lado bueno, una bondad escondida, algo que aprovechar para nuestro beneficio, un ápice de luz colándose entre la oscuridad que parece invadir el suceso o problema.

 

Algunas veces, no sabemos qué hay bueno en lo malo, no encontramos la rendija por donde se cuela el aire fresco, ni sabemos hallar ese nuevo comienzo después de lo que se avecinó como el final. 




 

Mira tu lado bueno, el de tus enemigos, aquel de quienes detestas o el que seguro tiene l@s que te hicieron daño. Posiblemente, lo bueno está en que no estén. Lo mejor se manifiesta en la ausencia, en el silencio o en el vacío. Ahí, lejos de estar en soledad, estás contigo y recuperarás la conexión que perdemos en ocasiones por volcarnos en los demás.

 

Necesitamos momentos a solas. Nuestro sistema nervioso nos pide calma a gritos. El corazón se queja alterando su rítmico tan-tan que late en nuestro pecho. El estómago se cierra. La mente se oscurece y los ojos lloran desconsolados por no pararnos a ver, ni valorar  “ lo bueno” que hubo, lo que aprendimos, lo que amamos o lo que simplemente disfrutamos.

 

Todo y tod@s tenemos ese lado bueno que, aún con nuestros defectos, siempre nos hace mejores de lo que se nos supone. 

 

Aventúrate a ver más allá de lo que parece y encontrarás tenuras que llevan tu nombre y que son para ti.

domingo, 19 de octubre de 2025

LA JUSTICIA DE LA VIDA

 Hay una falsa creencia en que la vida se comporta según el patrón de “ lo justo” y “ lo injusto”. Debido a ello nos revelamos muchas veces, pensando que lo que nos sucede no debería pasarnos a nosotros porque nada hemos hecho para merecerlo.

 

         La vida no funciona así. Te pone a prueba muchas veces, es verdad. Hace que pases por muchos exámenes inesperados, también es cierto, pero no hay una correspondencia con lo que demuestras ser o saber y lo que luego te devuelve de forma inmediata y correlativa.




 

         Todos hemos escuchado hablar de la ley del Karma. Todos queremos creerla cuando nos va mal a causa de alguien, sobre todo, porque esperamos, en una entendible necesidad humana, que a ell@s algo les suceda que compense nuestro dolor. Lo que no sabemos es que el Karma es neutro. Es la ley de la acción-reacción, lo que cuenta. La justicia natural que se establece con el resultado de nuestras acciones. Causa y consecuencia van de la mano.

 

         Muchas veces, nos preguntamos por qué a personas que parecen hacer el mal, les va tan bien. Podríamos añadir, a esa reflexión, el hecho de que nadie lo tiene todo, ni siempre. Podría parecer un consuelo ridículo en donde esconder nuestras penas, pero lejos de serlo es una realidad irrefutable que a todos nos afecta.

         

         Las abuelas solían decir…” No lo hagas, no lo temas”…sencilla sentencia que resume muy bien la bondad que deberíamos poner en nuestros actos para, de algún modo, rodearnos de ella sin esperar la desgracia.

 

         Así es la vida, mágica y sorprendente, justiciera e inquebrantable. Así debemos aprender a vivirla.