Ciertamente es así. La voluntad, el empeño, la constancia, la presencia y el seguimiento puede que nos hagan conquistar lo que queremos, en un momento dado, pero no es menos verdad que lo realmente difícil es conservar lo que se consigue. Bien porque hay personas que pierden pronto el interés de lo poseído o porque nunca se sacian de alcanzar cosas nuevas. Nuevos retos en los que solamente se ven brillar, sin permanecer.
"Que sea más fácil obtener una cosa que conservarla, esto se observa cada día en la vida, sobre todo del que busca y busca y en el fondo, no encuentra lo que quiere.
¡Cuántas personas que son capaces de poner en marcha toda su inteligencia, su voluntad, su paciencia para conseguir éxitos y obtener lo que desean y se muestran después tan negligentes y tan imprudentes que lo pierden todo o les queda lo que ya no les motiva.
Y, desgraciadamente, esto es todavía más cierto para la vida interior. Por ello, si os viene una idea, una inspiración, un impulso, esforzaros en conservarlos; no solamente en conservarlos, sino también en alimentarlos, amplificarlos.
Lo que habréis recibido, guardadlo como algo precioso; no sabéis cuántas energías del universo se han movilizado para que pudierais obtenerlo. Sí, ¿cómo podéis creer que lo habéis adquirido por vosotros mismos, sin ninguna ayuda?… ahora, no os mostréis negligentes ni ingratos, conservad este tesoro, guardadlo bien. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Sin ninguna duda, no se trata de llegar, sino de mantener la posición. Eso es lo realmente difícil. Eso sí que es todo un arte.
Repartid el esfuerzo y dejar muchas más fuerzas para permanecer en lo que tanto trabajo costó conseguir. De otro modo, será algo vano y efímero que se sumará a la lista de lo pasajero.
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