Cuando la vida es joven queremos ir contra todo, afirmarnos en nuestra cosmovisión, ayudar a cambiar el mundo…, pero sobre todo vivir entre el rechazo, la rebeldía y la convicción de que el mundo es como nosotros lo vemos.
Más adelante, vamos ajustando estos juicios. Damos espacio a lo que otra gente opina, a la múltiple forma y posibilidad de ver las cosas, a “aceptar” que no todo depende de nosotros ni se mueve a nuestro ritmo. En definitiva, que no somos el ombligo del mundo y que habrá siempre, personas circunstancias y cosas que irrumpirán en nuestra vida o se irán de ella sin poder hacer nada por evitarlo. Por todo ello, una de las herramientas más importante es la ACEPTACIÓN.
Aceptar no es resignarse. Es, reconocer los caminos del destino, caprichoso a veces, y saber encajarlo en el discurrir de nuestro mundo diario.
La sabiduría la llevas contigo. Ámate, respétate, valórate y reconócete como el SER que realmente eres.
Y toma decisiones. Por pequeñas que sean. Toma decisiones.
Permítete, relaja la inflexibilidad de tu mente, no te encierres en modas, estereotipos ni únicos modos de hacer y estar en el mundo. Hay muchos caminos diferentes para llegar al mismo fin.
Vive tu vida.
Has venido aquí sólo por unos años. Aprovéchalos viviendo tu experiencia, no la de otros.
Date el permiso y la libertad que realmente te mereces.
De pensar, hacer, sentir y decir lo que tu alma quiera pensar, hacer, sentir y decir.
Ten clara una cosa.
La percepción que otros tengan de ti jamás la podrás cambiar, pero es solo una opinión que nada tienen que ver contigo ni con tu historia. Tienen que ver con la suya.
Cuando te hayas ido de este mundo nadie se acordará de aquello a lo que renunciaste.
Y tú habrás desaprovechado tu vida.
Permítete vivir este milagro que se te ha concedido.
Acepta y no juzgues.
Al igual que tú has de permitirte vivir tu vida.
Acepta y permite a los demás que vivan la suya.
Y no les sometas a tus juicios mentales.
Acepta que la vida y los demás son como son.
Cambia todo lo que dependa de ti.
Es lo único que puedes cambiar y lo mejor que puedes hacer por ti.
ACEPTA, PERO SIGUE CON TU VIDA
