Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 23 de septiembre de 2021

¿ADICTO AL DOLOR O AL PLACER?

 

No hay adicción saludable. Cuando estamos apegados a cualquiera de estas dos formas de subyugación, el dolor o el placer, nos sentimos sometidos y ambos, nos revuelven en un mismo fango aun siendo tan diferentes.

          Lo peor es no ser conscientes de ello. Seguir la rueda de nuestros instintos y creer que la vida es eso. Sufrir a todas horas o buscar el placer a cada paso.

          Cuando seguimos el hilo de la adicción somos débiles, por fuertes que nos creamos.


 

 Puede que el placer te empodere. Puede que te haga creer que con él eres el rey del mundo. Qué el tiempo se para ante tu trono. Que el resto no degustan los manjares que a ti te subliman. Que los demás son pobres seres alejados del celestial deleite que a ti te desborda. Sin embargo, a la larga te causará pesar. Se transformará en un dolor que repartirás a tu alrededor. Y te harás adicto al dolor si no encuentras el placer.

Comprender y aceptar que la vida no se rige por cuánto se goza o se sufre, nos libera. Suceden acontecimientos buenos, malos o peores pero, pase lo que pase, es tu forma de responder a ello  la herramienta capaz de convertirlo en un aprendizaje y no en una carga; en un verdadero cambio interno en el que nada nos controla y mucho menos las adicciones.

Fundir la ansiedad de lograr placeres o disolver el resentimiento de los viejos dolores, nos convierte en seres capaces de soltar, de desapegarnos, de sentirnos plenos en nuestra armonía. Libres de cargas. Porque hasta lo que parece bueno puede convertirse en una.

No hace falta decir nada. Basta vibrar con una energía silenciosa y equilibrada. Dentro de ti. Más tarde en donde quieras que estés, proyectarás tu aroma como un perfume capaz de cambiar cualquier sufrimiento o cualquier necesidad de fagocitar el placer.

No es fácil soltar pero es muy grato cuando sucede. Es como si llevásemos una compra en pesadas bolsas y llegase el momento de depositarlas.

No te enredes en sufrimientos inútiles, ni en placeres banales. La libertad no está en ninguno de esos dos puntos. El sosiego, tampoco.

martes, 21 de septiembre de 2021

LO QUE NO DEBERÍA SUCEDER

 

Todo puede pasar. Desde algo insignificante, hasta lo más temido. Asombrarnos, cada vez menos, por lo inesperado es un estado de conciencia que vamos ganando al tiempo cuando la vida te pone frente a la realidad.

Lo que no es seguro es que lo que nos sucede se corresponda con nuestro proceder y el la calidad de su bondad. Es pueril pensar que quien es mejor tendrá más suerte, el día a día será más benevolente, o su fortuna estará bendecida por el destino. Nada que ver.

Nos preguntamos cómo es posible que personas bondadosas, honestas, fieles y leales les va mal la vida y sin embargo, las que son osadas, con actitudes casi agresivas, enredadoras y transgresoras…parece que todo les vaya bien.


 

No funciona así. No me porto bien y recibo algo mejor. No al menos a corto plazo. A veces, solo hay que esperar y dejar que el tiempo haga su labor. Lo que parece envidiable se vuelve detestable, lo que se muestra encantador y pleno, termina siendo solitario y aburrido; quien parece tan encontrado puede perderse al final.

Tenemos un sentido de justicia que marca, como un reloj, lo que debería ser o no. Pero esa equidad no tiene equilibrio y se convierte pronto en desigualdades inexplicables que dejan al bondadoso desalentado.

Tengo la seguridad de que lo que funciona es un equilibrio natural que difumina la entropía que se despliega en cada nuevo acto. Esa tendencia natural que recoloca los entusiasmos y aplaca las amarguras.

Lo mejor es encontrar un estado natural de ser pausible; estar en armonía con lo mejor y con lo peor que te suceda. Tener la equidad emocional suficiente para no descolocarte cuando la vida te sonría, ni hundirte cuando te mete en un pozo.

No se puede esperar nada que sea diferente al propio suceder de las circunstancias con la impronta final del ser de paz de que somos.

No tengas expectativas. No tendrás dolor.

domingo, 19 de septiembre de 2021

¿DIFICIL DE AMAR?


¡Os deseo un domingo reparador!. Hoy mi saludo llega de la mano de una reflexión que encontré en la red.

¿Os habéis preguntado alguna vez si en realidad sois personas difíciles de amar?...o simplemente no habéis encontrado la pareja adecuada, que no ideal, porque no existe. Nadie somos “pareja ideal”. Nadie somos perfectos en nuestra forma de amar ni aún siendo mucha, ni aún siendo buena.

            La idea de lo deseable siempre es aquello que nos inspira, nos motiva, nos mejora. Aquel o aquella a quien podamos admirar. Quien sepa ver en nuestros ojos la fuente inagotable del amor que nos hace más humanos, más compasivos, más decididamente capaces de ir más allá con el maravilloso impulso de la fe en la otra alma.


 

“Una vez le pregunté a un amigo, si pensaba que yo era una mujer difícil de amar, o que si tenía algo malo que los alejaba, que yo no me consideraba mala persona.
A lo que él respondió:
"Los hombres estamos acostumbrados a mujeres sumisas, sin decisión propia o tal vez con libre decisión, pero fácil de controlar.
Cuando encuentran mujeres como tú, llenas de luz, les atrae eso y creen que pueden moldearte a su modo...
Pero cuando se dan cuenta que no podrán, que no eres gobernable, sumisa o que simplemente no te adaptas tú, a su forma de ser, y que querrías compartir formas y maneras, moldes y reglas, prefieren irse...
Así que no eres tú la que está mal, te has topado con hombres que simplemente no tienen la capacidad de amarte como tú mereces, que no tienen la valentía de quedarse y tratarte de forma que no sea querer imponerte algo, no te conocen realmente, no saben que al estar enamorada, tu amor se sabe entregar como ningún otro y de la mano irías con él de la par ante cualquier adversidad, porque así son las mujeres como tú, son leales y entregadas como ninguna, cuando llega alguien que sabe descubrir esa magia y no sale huyendo cuando siente que no puede controlarla.
Pues mujeres como tú, saben que es mejor sola… que sola en compañía".

Fuente:Arquitectura EspiritualMx

Siempre hay alguien que en el algún punto del planeta sabría navegar  contigo por la vida. Puede que nunca lleguemos a conocerlo. No importa. Cierra los ojos y háblale como si estuviese delante. Dile lo mucho que has esperado y la alegría de saber que también eras esperada por otra persona.

¡Sueña!. A veces es la única opción que nos deja la realidad; opción en la que seguro, ese amor será como tú lo deseas.