Estamos
en una sociedad y en una época en la que parece que todo vale, dónde las líneas
rojas son muy delgadas y se saltan sin sentir y dónde los compromisos no tienen
validez ante determinados estímulos.
Gracias
a dios esto no es general, pero sí muy frecuente.
Hay
que someter a análisis el concepto de “fidelidad” para poder hablar de su
contario.
¿Podemos
decir que la fidelidad es la ausencia de deseo?¿Que no es posible que alguien
te guste o te atraiga? ¿Qué no eroticemos ciertas sintonías con otras
personas?. Esto le puede pasar a cualquiera. De hecho pasa alguna vez a tod@s.
Walter
Riso pone un matiz muy importante a este hecho. Alude a que efectivamente, todo
esto puede suceder. La fidelidad no es ausencia de deseo, sino evitación y control a tiempo. “…Si yo quiero ser fiel a mi pareja y estoy viendo otras
sensaciones hacia alguien, me aparto porque lo que tengo con ella es
importante.”
La
infidelidad es la ruptura engañosa y traicionera de un pacto afectivo-sexual
preestablecido entre la pareja. ¿Cuál es ese pacto?, normalmente la “exclusividad”.
Por tanto, respetemos el pacto.
Lo
cierto es que todo depende de qué es lo que la pareja tenga convenido o
pactado. Este autor sigue diciendo ( Entrevista con Mérce Villegas), que
efectivamente, las parejas pueden establecer sus propios pactos, por ejemplo,…”los
jueves” cada uno vamos a salir con quien deseemos y seremos libres con esa
persona. ¿Eso es infidelidad?, realmente no porque no rompe ningún pacto y
ambos miembros de la pareja lo saben y lo aceptan. Lo que no es lícito es la
mentira, la traición, la ocultación en la cual se rompe ese compromiso entre
dos.
Porque
cuando estás entregado al compromiso que sea con otra persona; a aquello que
has aceptado y le pides a ella/él debes responder con lo mismo.
La
empatía, la complicidad y el sentir unívoco con el otro ser queda reflejado
exquisitamente en la frase que Unamuno dijo en su vejez, a la que alude Walter
Riso en esta entrevista: …” Cuando acaricio las piernas de mi mujer ya no siento
nada, pero si le duelen siento su dolor.”
Espero
que las reflexiones tan motivadoras de este autor nos lleven a cuestionarnos
hasta dónde actuamos con consciencia y responsabilidad y en qué punto estamos o
no, dispuestos a saltarnos las líneas tojas que romperán para siempre lo más
valioso de una pareja: La confianza.