Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 25 de enero de 2021

ESTAR PRESENTE EN TI

Solamente estando “presentes” en el aquí y en el ahora, podemos hacer frente a muchas adversidades. A veces, se convierte en una auténtica tabla de salvación. Una herramienta imprescindible sin la cual no podríamos con el peso de todos los sucesos que acontecen en nuestra vida.

          Hay épocas en las que te preguntas ¿por qué a mi…?. Realmente no entendemos qué hemos hecho tan mal para que nos llegue tanta tristeza y tanto desfortunio.   


      

 

Ese es el momento en el que debemos parar. Quedarnos a solas. Entrar en nuestro silencio. Respirar profundo y sentir lo que solamente existe cada instante: el presente.

 

          Cada día, es el único que podemos vivir a la vez. Cada hora, cada minuto, cada segundo; lo mismo. No hay más realidad que la que protagonizamos en cada tiempo.

 

          Solamente conseguiremos llenarnos de amargura recordando el placer en el tiempo del dolor; solamente conseguiremos llenarnos de ansiedad pensando en el futuro que vendrá y aún no llegó.

 

          Veamos este breve relato al respecto.

 

“…Un hombre se presentó a un maestro y le dijo:

-Mi anterior maestro ha muerto. Él era un hombre santo capaz de hacer muchos milagros. ¿Qué milagros eres tú capaz de realizar?

-Yo cuando como, como; cuando duermo, duermo -contestó el maestro.

-Pero eso no es ningún milagro, yo también como y duermo.

-No. Cuando tú comes, piensas en mil cosas; cuando duermes, fantaseas y sueñas. Yo sólo como y duermo. Ese es mi milagro.”

 

 

 

domingo, 24 de enero de 2021

AROMAS DE CANELA

Llega hasta mí, el olor a tomillo y hierbabuena

A manzanilla y azar; a pan recién hecho

 a piel de niño nacido en cuna nueva.

Llega un aroma dulce y tierno

que me abraza para llevar la pena,

Lejos del corazón henchido,

al otro lado de la arena.

Y vienen alondras mensajeras,

Con dichas de nata dulce y alegrías venideras.

 


 

Y sueño con estar en una nube siempre fresca,

Desde la que poder soñar arropada por

marismas de sal y olas de espuma señera.

Ven conmigo, a lo alto del cielo libre,

Al confín de la nueva tierra.

Naveguemos en un velero sin casco ni velas.

Hagamos del silencio una deliciosa cueva,

En la que sin santos ni vírgenes,

el amor aparezca.

Ya no siento frío,

ni lloran mis ojos la desdicha eterna.

Espera desnudo el corazón,

cantando una saeta.

Uvas, rosas y cerezas,

para solazar, cada mañana,

 mi piel de seda y canela.