Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 15 de marzo de 2023

EN EL MEDIO DEL DESIERTO

Entre tu locura y la mía


hay un mar de silencios,


varados en el alma de jirones rota


y en carne viva, llena de lamentos.





Que se quiebren las palabras 


al paso de los muertos,


que se ahogue la pena,


aunque el fuego sea perpetuo.


Y revivan mis días


de rosas y contentos,


que se acabe lo gris y lo negro.


que llegue la noche y el llanto


no vista mi cuerpo,


que abra los ojos y me despierte,


 llena de azarosos besos.


Que atrás quede la tristeza


confundida entre las hojas secas


de cualquiera de tus entuertos.


Y que sin trampas ni laberintos eternos,


pueda gritar, sin palabras al viento,


Que quiero a otro y en otro pienso.

lunes, 13 de marzo de 2023

LOS PLIEGUES DE LA DESGRACIA


         Los golpes de la vida nos dejan sumidos en la tristeza, en la desesperanza, en ocasiones, y en la desesperación de creer que nunca cambiará nuestra suerte; pero no es así- La desgracia trae consigo situaciones del signo contrario y al revés.

Veamos:



 

“Un humilde campesino vivía en el norte de China, en los confines de las estepas frecuentadas por las hordas nómadas. Un día regresó silbando de la feria con una magnífica potranca que había comprado a un precio razonable, gastando pese a ello lo que había ahorrado en cinco años de economías. Unos días más tarde, su único caballo, que constituía todo su capital, se escapó y desapareció hacia la frontera. El acontecimiento dio la vuelta al pueblo, y los vecinos acudieron uno tras otro para compadecer al granjero por su mala suerte. Éste se encogía de hombros y contestaba, imperturbable:
- Las nubes tapan el sol pero también traen la lluvia. Una desgracia trae a veces consigo un beneficio. Ya veremos.

Tres meses más tarde, la yegua reapareció con un magnífico semental salvaje caracoleando junto a ella. Estaba preñada. Los vecinos acudieron para felicitar al dichoso propietario:
- Tenías razón al ser optimista. ¡Pierdes un caballo y ganas tres!
- Las nubes traen la lluvia nutricia, y en ocasiones la tormenta devastadora. La desgracia se esconde en los pliegues de la felicidad. Esperemos.

El hijo único del campesino domó al fogoso semental y se aficionó a montarlo. No tardó en caerse del caballo y poco le faltó para romperse el cuello. Salió del paso con una pierna rota.

A los vecinos que venían de nuevo para cantar sus penas, el filósofo campesino les respondió:
- Calamidad o bendición, ¿quién puede saberlo? Los cambios no tienen fin en este mundo que no permanece.

Unos días más tarde, se decretó la movilización general en el distrito para rechazar una invasión mongola. Todos los jóvenes válidos partieron al combate y muy pocos regresaron a sus hogares. Pero el hijo único del campesino, gracias a sus muletas, se libró de la masacre.”

Recuerda este cuento cuando algo vaya mal. Ten paciencia, espera otros resultados que, sin duda, llegarán pronto.