Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 3 de octubre de 2023

LOS LABERINTOS DE LA MENTE

 La mente está diseñada con miles de laberintos que conforman su amplísima forma de procesar y responder ante los estímulos externos y los internos.

 

         A veces, pensamos que podemos controlar lo que sucede en ella, pero este pensamiento es solo una ilusión. Hay dolores profundos del pasado, daños insospechados de antepasados o memorias desconocidas que forman un sustrato indeleble sin el cual no podemos explicar ciertos comportamientos de los que somos protagonistas y que ni siquiera somos capaces de saber por qué existen.




 

         El inconsciente colectivo del que nos habla Jung, esa cimentación sobre la que se forja la vida concreta del niño y que conlleva miles de rasgos que no conoce, en la impronta de su ADN, determina fobias, miedos, conductas agresivas, sumisas, tímidas, cariñosas u hoscas. Un mapa que no podemos conocer pero cuyo territorio contiene las claves de nuestro comportamiento.

 

         ¿Por qué te gusta un determinado alimento o no?, ¿por qué te atrae o repele un tipo de persona concreta?¿por qué sientes rechazo ante las aglomeraciones, el agua, los lugares estrechos o cerrados y tantas cosas más?. La explicación no siempre tiene sentido ni justificación. Rasgos de conducta que tal vez se disipen en el tiempo si pudiésemos mirar hacia atrás, pero mucho trecho.

 

         La mente y sus laberintos, tantos como personas somos, pueden enredarnos en pasillos que no den a ningún lado o de los cuales no podamos encontrar la salida. De cualquier forma, solo podemos caminar con la esperanza de tomar bien los senderos que acogen nuestros pasos y si así no fuese, siempre podremos desandar lo andado. 

 

Ir hacia atrás, muchas veces, es avanzar hacia lo correcto. La meditación, la relajación profunda y la concentración en el momento presente, pueden ayudarnos a encontrarlo.