Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 1 de diciembre de 2021

A TI, A ELLA, A TODAS LAS MÍAS

 

Estuve en tu vientre

mientras mi madre allí dormía.

Estuve en el de tu madre

Cuando ella en él te tenía.

Estuve en las mujeres de antes

en nuestra más amorosa línea.

Y en ese lugar sagrado

Entre algodones y ambrosías

Bebí de ti el néctar

De todas las sabidurías.


 

Sentí el amor divino

De tu alma eterna y ceñida,

al galopar de los ángeles

Que ahora te tienen dormida.

Nunca vi tu cara, ni tus manos

Mecieron mi cuna tan querida.

Tú me enviaste desde lo alto

Allá, lejos, desde arriba,

Para aliviar la pena de mi madre

Cuando tú dijiste que partías.

La rosa blanca, la que más me gusta

 para ti hoy, abuela mía.

lunes, 29 de noviembre de 2021

LA FABULA DE LA RANA HERVIDA

 

Comenzamos la semana con una fábula idónea para responder a la difícil cuestión del por qué nos acostumbramos al dolor, cuando estamos mucho tiempo inmersos en él, y dejamos de sentir el peligro del mensaje que trae.

“Una rana saltó un día a una olla de agua hirviendo. Inmediatamente, rebotó para salir y escapar de ella; sintió de golpe el impacto del calor extremo del agua y no aguantó ni un segundo en la olla.

Otro día, esa misma olla estaba llena de agua fría. Otra rana saltó dentro y nadó tranquila por el agua que la cubría. Estaba feliz en esa 'piscina' improvisada.


 

Lo que la rana no sabía, es que el agua se iba calentando poco a poco. Así que al poco tiempo, el agua fría se transformó en agua templada. Pero la rana se fue acostumbrando. Allí seguía, nadando plácidamente en ella. Sin embargo, poco a poco, el agua subió de temperatura. Tanto que llegó a estar tan caliente que la rana murió en este ardor.

Sin duda, no se había dado cuenta del peligro ya que el calor aumentaba de forma gradual y se fue acostumbrando a él.”

Si te vas acomodando y acostumbrando a los cambios que llegan, sin darte cuenta de las señales de alerta sobre ellos, puede que pierdas la visión de la realidad y termine afectando a tu calidad de vida.

No te acomodes. Nunca es mejor “lo malo conocido”. No temas los cambios, ellos nos hablan de “posibilidades”, de oportunidades de mejora, de nuevas formas de estar y sentir,  de nuevos espacios y mejores versiones de la vida que conoces.

Deja que lo mejor de ti salga a tu encuentro. Sin presiones. Sin condicionamientos. Sin “ no es lo que quiero pero lo hago por …”; dentro de esos por qué están todos los miedos que te alejan de lo bueno que está por venir.