Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 11 de noviembre de 2021

EL VÍNCULO AMOROSO

 

Todos necesitamos amor. Todos necesitamos amar. Esa gran búsqueda nos acompaña desde que se inicia la vida hasta el final de ella y posiblemente, más allá.

Gestionar el amor no es fácil, sin embargo. Estamos llenos de ego, de expectativas, de deseos que parten de uno mismo y no del vínculo que incluye al otro.

He encontrado esta reflexión entre mis archivos. Me parece interesante.

La comparto con vosotros, amorosamente.


 

“Quizás la expectativa de felicidad instantánea, que solemos atribuirle al vínculo de pareja, este deseo de exultación, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.

Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.

Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.
Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este
proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.
Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".

Nada más y nada menos. El amor como el  bienestar que invade cuerpo  y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.

Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El  placer de estar con  alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos  y disfruta al dárnoslo; eso hace al amor.

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento  personal.


Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.

"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo,.

 En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en ti.

Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.

" Mauricio Abadi

 

 

 

lunes, 8 de noviembre de 2021

¿ERES TÚ UN LUGAR DE PAZ?

Uno de los estados deseables por excelencia es la paz. Lo que no significa la inmovilidad, el ascetismo o el aislamiento.

Paz es equilibrio. Armonía. Ausencia de ruido. Sensación de bienestar. Serenidad en la agitación. Quietud en la movilidad.

Se puede estar en paz en medio de la guerra. Se puede lograr la paz a pesar de que te rodee el infierno. Se puede crear paz a partir de las cenizas de la batalla. Porque la paz nace y emana de una actitud honesta, bondadosa y compasiva.


 

¿Hay algún lugar de paz en el que te encuentres así?¿Es tu propio cuerpo un lugar de paz??Hay paz en tus ojos, en tus manos o en tu boca?.

No estamos en un mundo propicio para la paz. La prisa nos devora. La agitación justifica la magnitud de las tareas. Lo “movido” es lo que triunfa. El quieto, lo parado, el silencio, la lentitud…se han asimilado a lo tonto, lo estúpido, lo ineficaz, aquello sin resultados, en definitiva, el camino más rápido hacia la desaparición.

Hemos dejado de lado el mundo del sosiego. Todo lo que se relaciona con la observación, con la toma de contacto con lo que hay detrás de lo que parece real, con la verdad que tiembla tras la rapidez, no sirve.

No nos damos cuenta de que en lo lento, en el dejar tiempo para reposar el pensamiento o dejarlo pasar está precisamente el estado de bienestar que nos regala la paz.

Pregúntate de nuevo.  ¿Dónde y de qué modo está en mi la paz? O por el contrario, ¿soy un perfecto modelo del dibujo mal delineado del mundo actual?.

Tú tienes la respuesta. Cuando te respondas no olvides que siempre, y en cualquier momento, puedes volver a elegir.