Es
difícil que la vida sea lineal, creo que incluso no es conveniente. Necesitamos,
de vez en cuando, un revulsivo. Algo que nos haga entender que hay que conservarlo
todo, que cualquier relación, ser vivo o incluso objeto material requiere un
mantenimiento y que no nos podemos quedar siempre en el mismo punto porque ese
lugar se escapa con mucha rapidez de la realidad.
Estamos
inmersos en el cambio y nos empeñamos en que nada se transforme. De esta forma,
todo lo que se salga de los parámetros de seguridad que nos ofrece el “que nada
cambie”, lo interpretamos como problema y a veces como drama.
Hay
dos cuestiones inamovibles en la existencia: “todo cambia” y nada es para
siempre. Movilidad y despego. Ambas realidades deben estar presentes en nuestra
vida para saber resolverlas.
Todos
nos aferramos a algo alguna vez. En ocasiones, las personas hipersociales
solamente esconden un temor a estar solos, porque cuando uno está solo se
encuentra consigo mismo y entonces podemos descubrir que lo que vemos no nos
gusta o que no hay nada con lo que sentirnos llenos o que tenemos miedo de
encontrarnos con el silencio.
Las
crisis son puntos de inflexión que permiten un renacimiento muy sano. Una
reversión de las situaciones inadecuadas o tóxicas o un crecimiento personal
que suponga un nuevo enfoque de nuestra vida y una mejora en la de los que
están a nuestro alrededor.
Como
siempre, todo termina y empieza con uno mismo. Todo nace y muere dentro. Lo
importante es saber gestionar ese universo de sucesos y saber interpretarlos.
Priorizar
equivocadamente, focalizar la atención en ámbitos que no dependen de nosotros y
hacerlos el centro de nuestro mundo, seleccionar y elegir unilateralmente
evitando la multiplicidad de posibilidades que puede regalarnos la vida
significa caer en caos innecesarios y evitables.
Tener
crisis es, muchas veces, un regalo que viene a demostrarnos que podemos crecer
desaprendiendo todo aquello que nos resta felicidad y no suma alegría.
Dales
la bienvenida.
Míralas de frente.
Avanza.
No te detengas.
Por nada.