Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 14 de enero de 2024

¿TEMES A LA SOLEDAD?

 No siempre se sabe estar en soledad. ¿Soledad elegida o impuesta?¿Elegida por ti o por las circunstancias?¿impuesta por ti o por la realidad que vives?. No es lo mismo. Nunca lo es.

 

Estar sin compañía física puede resultar una tortura o una bendición. Hay personas abocadas a una soledad elegida de forma continuada. Gente independiente, que de tal forma se incrusta en la ausencia de cercanías, que hasta le molesta que deambulen a su alrededor el resto de los mortales.

 

Otras personas, sin embargo, necesitan constantemente gente a su alrededor, hasta tal punto que salir a la calle les obliga a quedar con gente para regresar o, en el medio del camino, para conversar.

 

Ni una postura ni otra es la equilibrada. Hay que saber estar con uno mismo. Tener momentos para relajar la mente, iniciar pequeños proyectos en la casa, en nuestra persona o en la vida de cada día.

 

Si necesitas una aprobación constante de lo que haces eres una persona insegura, incapaz de tener criterios claros o de mantener una autoestima suficiente para avanzar por la vida con una personalidad y un carácter poderoso y funcional.

 

Crecer es aprender a desapegarse. Mantener tu vida con tu propia energía vital y discurrir por ella con absoluta ligereza, sin implicar a otros sistemáticamente y sin la necesidad de hacerlo por la incapacidad real de sentirte solo/a a costa de lo que sea.

 

Lo mejor es saber estar en soledad sin rechazar la compañía, sin obligar a ella para cubrir vacíos que provienen de nuestros fantasmas, miedos e inseguridades. Tener criterios propios, sin desatender las orientaciones que puedan darnos; en definitiva, sentir qué hacemos las cosas bien sin la necesidad de que otros/as nos lo confirmen.    




 

Es necesario saber estar en soledad porque uno al quedarse a solas consigo mismo está obligado a soportarse, comprenderse y, finalmente, quererse.

 

Nada más importante.