Todos estamos muriendo cada día. Nacemos muriendo. La muerte está presente y nos acompaña siempre.
Esto, que es obvio, lo queremos apartar de nuestra mente y lo conseguimos. Vivimos de espaldas a la única realidad cierta. Esto es bueno y malo.
La vida está bien hecha por no saber el momento en el que sucederá. Sin embargo, tampoco debemos perderla de vista completamente. Ella nos enseña a vivir. Nos muestra que somos muy débiles, que cada instante puede ser el último y que por larga que sea la vida, siempre resulta corta.
Nos enseña a saber tomar decisiones, a responder ante las desgracias y a aprovechar cada instante. Lo mejor de cada segundo ha de ser vivido con intensidad y al mismo tiempo con serenidad.
No hay poema que me parezca más cierto y bello que el de Constantino Cavafis: “ Viaje a Ítaca”… “Ítaca no te engañó”…la muerte siempre está al final del viaje, pero debes procurar que este sea largo, lleno de experiencias, de placeres y de sabiduría…aprende, pero aprende de los sabios… y llega al final enriquecido con lo aprendido a lo largo de él.
Os dejo el enlace para que podáis disfrutarlo, serenamente, inteligentemente, esperanzadamente…
Viaje a Ítaca:
https://www.youtube.com/watch?v=Rakarr1R0tw
¡ Buen viaje…aquí, en la vida!