Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 4 de mayo de 2022

DAR LO MEJOR DE TI

 No merece la pena ofrecer al mundo una versión defectuosa de nosotros mismos. No somos nuestros defectos, podemos distanciarnos de ellos y ser capaces de reconvertirlos, de regenerarnos, de reconstruirnos.



 

         Nadie lo tiene todo. Nadie es todo lo bueno posible, ni todo lo malo tampoco. Quien se aleja de la bondad solo tiene confusión dentro de sí e ignorancia. Solamente está desviado de lo que en su ser existe genuino, aunque con ello pueda hacer mucho daño.

 

         Somos un diamante en diferentes grados de pureza. Hay que aprender a mirarnos para poder fortalecer las debilidades y recatar las fortalezas.

Lo más importante no es evidente a los ojos del ser humano, como nos anuncia el Principito. Hay que mirar en el interior. Ver sin tibieza. Lo malo, lo peor y lo mejor también.

 

         Hay que darnos una mirada profunda con unos ojos diferentes a las ventanas de la cara. Hay que preguntarse ¿cómo me veo hoy a mi mismo?¿cómo me gustaría verme?. Siempre hay tiempo para soltar, para dejar aquello que empobrece el alma y daña al resto. Siempre hay un rescate posible. Hay que querer. Hay que salir cada día con un propósito de mejora. Hay que reconectar con la chispa divina que todos llevamos en nuestro interior.

 

         Dar lo mejor de ti no es difícil, ni imposible. Está ahí. Déjalo salir. Que sea tu corazón quién te guie. El resto del camino se abrirá frente a ti como si de una autopista hacia lo mejor tuyo se tratase.

         Comienza en cualquier momento. No hay horas ni días mejores. Despójate de esos ropajes que solo añaden tonos grises a tu vida. Se feliz con mucho, con poco o con nada.

         Te tienes a ti mismo y a esa fuerza interior que siempre te acompaña sin ser vista.

Por ti. Por los demás. Por el resto.

 

domingo, 1 de mayo de 2022

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 A TI, A TODAS

 

Como el suave viento 

Que acaricia la frente ardiendo

En un día extraño y caluroso,

Como la fragancia única,

Que acompaña los besos deliciosos,

Como el frío en verano,

Y la nieve junto al sol fulguroso.




Como la tenue flor delicada y única

En el vasto campo solo,

Como el susurro que arrulla,

El llanto desconsolado y miedoso,

Como la mano siempre abierta,

Que recoge los despojos.

Como el sentimiento puro

Que entra, a pesar de todo,

Desde los poros a los ojos,

Como estrella que guía,

Los desmanes y destrozos,

Como corazón abierto a todo,

Así eras tú, y lo son todas;

Madre, cuyo nombre tanto añoro.

Por ti y por las anónimas

Que en el duro silencio,

Gozan y sufren,

Ser madres por encima de TODO.