Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 15 de enero de 2022

EN EL CORAZÓN DE LAS PALABRAS

 EL BESO DE LOS ÁNGELES

 

Cada noche espero el roce de tus labios


En mi piel ardiente, 


desesperando,


En mi deseo loco de seguir amando


Cada noche espero tu piel de ángel


En el mapa de mi piel, 


acariciando


Y siento cenizas encendidas


De aquello que ya estaba quemado


Y hago con ellas una pira


De chispas candentes,


 salpicando


De tu piel a la mía, 


con tu corazón al mando.




Cada noche espero que llegues, 


como remanso,


Alargando tus alas mientras… 


me voy desnudando.


Y entre suspiros y alientos aspirados


Fundo mi mundo en tu cuerpo de luz,


 temblando


Y siento en cada poro de mi piel 


tu fuego enamorado.


Robarte quiero ese beso


Con el que los dioses eligen

 

quién volverá al mundo


 de los que amaron, aman 


y seguirán amando.

 

 

miércoles, 12 de enero de 2022

¿ESCLAVOS DE NUESTRA MENTE?

 La mente humana y su evolución es uno de los temas que me parecen mas apasionantes de toda nuestra historia en el planeta tierra.

 

Somos lo que pensamos. Es difícil pensar en algo alegre y mostrarnos tristes. Es complicado ser negativo y querer enfrentarnos sanamente a las soluciones. Lo que está en la mente llena el corazón.

 

Tendemos a mantener largas charlas con nuestra voz interior. Conversaciones que han de ser revisadas en todos sus componentes: ¿Cómo me hablo, de qué forma, modo o tono me dirijo a mi; en qué momentos lo hago, soy un juez conmigo mismo, entro en pensamientos circulares…?.

 

Aquel Homo Sapiens que, como apunta Y.N. Hariri, logró sobreponerse a los Neandertales con una mente poderosa y un lenguaje que podía comunicar, no sólo aspectos del mundo exterior, sino describir el mapa interior, puso las semillas que germinarían como las personas que somos ahora.




 

Debemos aprender a relacionarnos con la mente porque hemos desarrollado una actitud que conlleva una magnífica capacidad: la voluntad. Revisar los pensamientos reiterativos. Terminar de raíz con aquello que nos haga daño. Eliminar hábitos y debilidades que rompan nuestra armonía y resolver siempre a nuestro favor cuando la mente quiera desbordarse.

 

No sé de qué forma podríamos llamar al ser humano de hoy en día. Tal vez Homo Tecnológicus u Homo Caóticus.

 

Vamos contra nuestro planeta, que es nuestra casa. Vamos contra nuestro cuerpo, que nuestro templo. Vamos contra nuestro equilibrio, que es nuestra salvación.

 

No seamos esclavos de una mente tirana. Ni de un cerebro disperso. Ni de un corazón necio que no se de cuenta de que debe soltar todo lo que ya ha ocurrido o lo que teme que vaya  a ocurrir.

 

Solo el momento existente es el que está en nuestras manos. Pongámoslo en nuestra mente y hasta en nuestra alma, que aunque es eterna vive también en el ahora.

 

 Gobernemos nuestra mente y dirigiremos con acierto nuestro mundo.

lunes, 10 de enero de 2022

LOS RINCONES DE LA VIDA

 Todo lugar habitado tiene rincones. Una casa, un cuarto, un almacén, un armario…y, por supuesto, tal vez más que nada, la propia vida.

 

Lugares en donde vamos acumulando lo perdido, lo inutilizado, lo añorado, lo no conseguido, lo viejo, lo soñado, lo sufrido, lo batallado, lo que amargó o aquello que pareció un salvavidas y que se deshinchó antes de cumplir su misión.

 

Es importante buscar en ellos. Hacer limpieza. Recolocar lo utilizable y desechar lo que nunca más volverá a sernos fiel.

 

Si de ve en cuando hiciésemos una visita a esos rincones olvidados a los que no queremos volver, hallaríamos preciosos tesoros que se han hecho valiosos con el silencio, con el tiempo de distancia, con el sosiego, con la tenue luz que alumbró su estancia. Y entonces, podríamos rescatar lo mejor de ellos. Dejar limpia la escena y volver gloriosos a nuestra vida diaria.

 

Lo peor es no querer verlos. No pasar por allí. Dar rodeos y evitar su existencia. Temer que el polvo haya ensuciado lo poco que quedaba de su bondad y estar seguros de que forman parte de una suciedad en nuestra mente con la que no queremos mancharnos.





 

Es bueno regresar al pasado para sanarlo. Y sobre todo lo es cuando tu ojos ya no miran de la misma forma. Cuando lo que viste no es lo que ves. Cuando te sientes capaz de trascender los horrores que aguardan en secreto y de recuperar, ante todo, lo que quedó de ti en ellos.

 

No dejes trocitos de corazón entre la ponzoña. Limpia y airea el espacio. Te sentirás libre en la amplitud de un corazón sencillo sin rincones oscuros a los que no poder mirar.