Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 17 de mayo de 2019

SI ESTÁS AL BORDE DEL INFIERNO...




Si estás al borde del infierno puedes moverte de posición, cambiar la actitud, girar el pensamiento y dirigir tu atención hacia otra parte. Entonces, sin darte cuenta entrarás en el cielo; es decir, sentirás que tu ira se rebaja, que se modula tu enojo, que tu sensación de malestar se transforma y todo cambia.

Veamos este pequeño relato.



“Un samurai fue a visitar a un viejo sabio para plantearle una duda que lo atormentaba.
-Señor, estoy aquí porque necesito saber si existen el infierno y el paraíso.
-¿Quién lo pregunta? -contestó el maestro.
-Un guerrero samurai.
-¿Tú un samurai? -se burló el maestro-. ¿Con esa cara de idiota que tienes?
El guerrero no daba crédito a lo que oía.
-Seguro que además de estúpido eres un cobarde -se mofó de nuevo.
La ira se adueñó del samurai que desenvainó instintivamente su sable.
-¡Ahora se abren las puertas del infierno! -gritó el anciano.
El guerrero comprendió de súbito la actitud del maestro y guardó su sable avergonzado.
-¡Ahora se abren las puertas del paraíso! -exclamó de nuevo el maestro.

          No es sencillo pasar de un estado a otro, del infierno al cielo, de lo amargo a lo dulce, de la sombra a la luz.

Todo está en nuestra mente, en nuestra voluntad, en la capacidad de observación, en salirnos de nuestra posición y mirar desde fuera cómo nos sentimos y si esa rabia va creciendo y se nos va de la mano o si apostamos por traspasar la orilla y elegir lo que nos haga sentir mejor.

          La elección es nuestra.

Merece la pena intentarlo.

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