viernes, 17 de mayo de 2019

SI ESTÁS AL BORDE DEL INFIERNO...




Si estás al borde del infierno puedes moverte de posición, cambiar la actitud, girar el pensamiento y dirigir tu atención hacia otra parte. Entonces, sin darte cuenta entrarás en el cielo; es decir, sentirás que tu ira se rebaja, que se modula tu enojo, que tu sensación de malestar se transforma y todo cambia.

Veamos este pequeño relato.



“Un samurai fue a visitar a un viejo sabio para plantearle una duda que lo atormentaba.
-Señor, estoy aquí porque necesito saber si existen el infierno y el paraíso.
-¿Quién lo pregunta? -contestó el maestro.
-Un guerrero samurai.
-¿Tú un samurai? -se burló el maestro-. ¿Con esa cara de idiota que tienes?
El guerrero no daba crédito a lo que oía.
-Seguro que además de estúpido eres un cobarde -se mofó de nuevo.
La ira se adueñó del samurai que desenvainó instintivamente su sable.
-¡Ahora se abren las puertas del infierno! -gritó el anciano.
El guerrero comprendió de súbito la actitud del maestro y guardó su sable avergonzado.
-¡Ahora se abren las puertas del paraíso! -exclamó de nuevo el maestro.

          No es sencillo pasar de un estado a otro, del infierno al cielo, de lo amargo a lo dulce, de la sombra a la luz.

Todo está en nuestra mente, en nuestra voluntad, en la capacidad de observación, en salirnos de nuestra posición y mirar desde fuera cómo nos sentimos y si esa rabia va creciendo y se nos va de la mano o si apostamos por traspasar la orilla y elegir lo que nos haga sentir mejor.

          La elección es nuestra.

Merece la pena intentarlo.

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