Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 15 de diciembre de 2022

DESGRACIAS EN NAVIDAD

 

         Todos pensamos que la Navidad lleva consigo un volcán de felicidad que se expande a todos sin excepción. Sin embargo, casualmente, la mayoría de este tiempo especial, que se abre como un relámpago desenfrenado en la vida normal y provoca, por contraste, un efecto rebote.




Las desgracias se suceden con más fuerza. Catástrofes, suicidios, asesinatos; gente que se “esfuerza” a la fuerza por agradar o por soportar a los familiares de la pareja. Niños que son rechazados o incómodos para padres que nunca los ven. 


Parejas que no se aguantan en celebraciones familiares, a duras penas, y un sinfín de casuísticas que parecen coincidir en estos momentos que todos suponemos de bienestar y tranquilidad. 


Miedo dan los momentos diferentes. El verano y sus “alegrías” tampoco resulta para todo el mundo especialmente bueno. Son espacios que se cubren con aparentes buenas intenciones pero que pronto se tornan en hechos irreverentes o incluso desgraciados.


La Navidad tiene que ser, sobre todo, un tiempo de reflexión. De pensar en lo que tenemos y no en lo que nos falta, de saber que nada es tan importante como para hacer locuras y destruir una familia o la vida de otros. De entrar dentro del corazón y suavizar los dolores propios y los de los más cercanos. De colaborar con los que sufren lejos y no conocemos. De solidarizarnos con las desgracias que no son nuestras…pero que pueden llegar a serlo algún día.


Que nos sirva, este tiempo especial, para pulir nuestro corazón y expandir su luz a quienes más lo necesitan. 

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