Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 18 de julio de 2019

GENTE ESPECIAL



Muchas veces he pensado en lo diferente que es el paso de unos y otros por esta vida.

Hay gente magnífica que en un placer estar a su lado, que facilitan las cosas, que no tienen pereza para ayudar, que saben escuchar y que son transparentes como el cristal. Personas que sin pretenderlo, te hacen sentir segura, te motivan y te impulsan a ser mejor.



Otras, sin embargo ponen zancadillas, proyectan su envidia, disocian su ego, triangulan y se las ingenian para hacernos sentir todo lo contrario: duda, zozobra, inquietud y duda.

Hay personas que han llegado para mejorar el mundo, para colaborar en un proyecto vital en el cual su entorno avanza. Que dejan huella, que encajan recuerdos en el alma imborrables, que se hacen querer por su grandeza con los demás.

Otras, solamente tienen como punto de mira su persona y todo lo que satisfaga las necesidades y los placeres propios, quedando lejos los efectos devastadores que causan en el resto.

Hay personas que construyen; hay personas destructivas.
Y entre ambas, un amplio abanico de seres que se dejan llevar por las circunstancias, que están a la deriva de ellas y que reaccionan en vez de responder.

¿Podemos elegir en qué grupo estar?. Posiblemente, no.
Cada vez extraigo más sentido a la fábula de la rana y el escorpión. La condición de cada uno va impresa en su ADN. Difícil el cambio; tal vez, no imposible.

Me quedo con la gente especial, la que trae paz a nuestra vida, la que te hace sentir segura de que puedes desplegar toda tu confianza en ellas. Pequeños ángeles diarios que están a nuestro lado o llegan sin esperar.

Elige la calidad de las cualidades, no la cantidad de lo contable. 

Lo último no añade nada a nuestra armonía. Lo primero logra de inmediato que nos sintamos geniales desde dentro, en lo más íntimo e intransferible. 

Traen paz.

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