Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 18 de noviembre de 2021

LO QUE ENSEÑA LA MUERTE

 

Al final lo tenemos que dejar todo. La muerte nos da un mensaje certero y sensato: no hay nada que no podamos resistir si en realidad no la podemos evitar.

Queramos o no, nos importe más o menos, sintamos que se nos va la vida en ello…todo es más liviano que la losa que la muerte pone frente a nosotros. Por ello, porque no hay nada material que podamos llevarnos, ni siquiera el cuerpo o algo de él, es por lo que desapegarnos, de lo que sea, no debe resultar nunca tan terrible.


 

El final de la vida nos habla de la paz que deberíamos tener ante cualquier problema, porque ninguno lo es tanto para que no podamos relativizarlo en un tiempo y en un espacio intrascendente.

El final de la vida nos habla de humildad, de comprender lo pequeños que somos ante la inmensidad de la eternidad. De sopesar el orgullo, el ego, la soberbia, la ira, la avaricia, el despotismo, el nepotismo…la vanidad vacía y hueca que invade al mundo.

El final de la vida nos habla de vida y no de muerte. Pareciese un contrasentido, pero la muerte impele a vivir y lo hace porque su mensaje sordo invade la conciencia y nos pone frente a la maravillosa experiencia de existir.

Nos habla de apreciar y apreciarnos, de sensibilizar y motivar, de colaborar y  compartir, de disfrutar de la compañía, de crear y mantener en el amor, de ser solidarios y compasivos, de valorar el ser más que el tener.

Nos habla, en definitiva, de renacer cada día que abramos los ojos.

 De sentirnos y agradecer.

Ese es el mejor final de lo que conocemos.

 

 

 

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