Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 27 de mayo de 2021

PUNTO DE RESCATE

 

Uno, a veces, se tiene que rescatar a sí mismo. Cuando pensamos en rescate siempre se tiene la imagen mental de alguien que se está ahogando, de quién está preso o sujeto a retención, de lo que está en tan mal estado que precisa una ayuda.

Así está la mente cuando se pasa por traumas importantes, por pérdidas, por frustraciones, por errores cometidos que no tienen solución, por dependencias que se reiteran, por pensamientos negativos y por desconsuelos infinitos.


 

En esos casos, cuando todo parece desencajarse, el ser de uno mismo tiene que llamar a su corte a las facultades que le constituyen. Somos el rey del cuerpo y de la mente y el resto de cualidades, buenas o malas, que hay en él y nos deben obediencia. Solo de esa forma podremos gobernarnos.

Frente al soberano supremo que somos de nosotros mismos, hemos de mandar un mensaje a todos nuestros súbditos y comenzar a preguntarlos; ¿qué sucede mente? ¿Por qué estás tan agitada? Y tú, discernimiento, ¿por qué has dejado de funcionar?. ¿Y a ti, ira, para qué apareces tantas veces?. O a ti, tristeza, ¿por qué me invades sin avisar?.

Así hasta que hayamos obtenido respuestas válidas y en ese punto, amablemente, reconducir su dirección.

Tenemos que saber por qué nos sucede el estado en el que estamos. Qué grado de responsabilidad tenemos en él. Si podemos resolver algo. Si estamos dispuestos al compromiso. Si de verdad, queremos lo que deseamos o si hay trazas aún de nuestras debilidades y formas de ser.

No hay otro camino nada más que la claridad mental. El gobierno acertado de uno mismo, no es sencillo. Es mucho más fácil dejarnos caer por nuestros defectos como si de un tobogán se tratase. Es más sencillo sucumbir a los errores y debilidades que sabemos que son nuestros, pero el resultado no es tan esplendoroso como parece cuando optamos por este camino. Todo se reduce a placeres temporales que terminan, a sucesos puntuales que acaban y no siempre bien.

Sé el rey de ti mism@. Gobiérnate con acierto. Llama a la corte a tus súbditos y pon las reglas del juego de tu vida que te hagan feliz sin dañar a nadie.

No es poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario