Una de las situaciones que más envidiable me parece es
tener éxito en la elección de la pareja.
Tal y como lo he dicho
parece que se trata de una especie de lotería que es difícil que toque.
Pero en realidad no es así.
Lo primero que debemos sentir es una conexión
suficiente como para desear volver a ver, a saber, o a estar con esa persona.
Personalmente, nunca he creído demasiado en los amigos
que con el tiempo se hacen amantes. Puedo que sea una fórmula válida, como
cualquier otra porque en realidad el amor en pareja es una construcción
conjunta, pero yo necesito chispa, magia, cosquillitas en el estómago y una
buena dosis de admiración por el otro.
Es cierto que estas primeras sensaciones no lo son todo para que una pareja funcione.
Ni lo es que sean distintos bajo la teoría de que los polos opuestos se atraen,
ni que parezcan idénticos para caer en un sopor indescriptible con ese “estar de acuerdo” continuado que nos
aburra.
No hay fórmulas seguras, solamente ingredientes
necesarios.
En el caso concreto de las relaciones personales hay
cuestiones que no pueden dejarse de lado:
· Complicidad en acciones, gestos y códigos propios,
incluso un lenguaje particular que nadie entiende, sólo los amantes que los han
establecidos como suyos.
· Acciones conjuntas, proyectos compartidos.
· Existencia de renuncias y sacrificios a favor de la
relación.
· El vencer juntos dificultades y sobre todo, el unirse
para persistir en mantenerse juntos.
· Tener metas comunes y poder llegar a acuerdos
consensuados donde nadie gane ni pierda; donde solamente la satisfacción de
continuar unidos permanezca.
· El respeto y la fidelidad coronan los componentes
necesarios para tener éxito con otra persona; y ese éxito no es nada más que seguir siendo
felices.
En
definitiva, lo que todos buscamos es que nos quieran y que nos “cuiden”; es
decir sentirnos arropados por la sensación de que importamos a alguien, de que
gustamos al otro, de que existe una persona que nos espera, que nos desea, que
nos escucha y que guarda un hueco en su pensamiento y su corazón para nosotros,
siempre.
Es
lo mejor de lo mejor. Hay que vivirlo alguna vez aunque no dure para siempre.
Eso
sí, no hay amor sólido sin el amor a uno mismo como base de todo amor
compartido.
Difícil
tema el de las relaciones, no imposible.
Hola! Saludos desde México!
ResponderEliminarHace poco vi a mi ex con conversaciones con otras chicas algunas con comentarios elogiando que tan bella es, etc. Y otras con sus anteriores ex novias donde no evidencie mayor cosa pero está el hecho.
Aplica tambiénn seguir en la lucha con una persona así? Es mi pregunta.
Un gran abrazo y miles de bendiciones para ti.
Hay que observar, pararnos a mirar, valorar cómo es con nosotras y descubrir si con el resto pasa la fina raya que hay entre ser amable y coquetear. Si el resultado es algo que nos hace daño hay que hablarlo con la persona para ver en realidad qué sucede y después la decisión es tuya. Elige siempre lo que te haga FELIZ! Un abrazo y gracias por tus buenos deseos hacia mi!
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