A
veces pienso que en la tela invisible que recubre una vida, existen, de vez en
cuando, agujeros rotos. Huecos que tenemos que aprender a sellar. Nuestra
misión sea tal vez ampliar, mejorar y adornar la red que nos cubre, pero
entretanto hay que aprender a tejer o nos caeremos al vacío por uno de ellos.
La
existencia que vivimos la escogemos nosotros. Esta frase, tan consabida en la
filosofía oriental, siempre me ha hecho pensar para qué nos sucede lo que más
nos afecta.
¿Nos
ponemos pruebas a nosotros mismos? ¿Decimos ser de una forma y la vida nos planta
delante de la cara aquello ante lo cual debemos demostrarlo? ¿Nos examinamos de
las lecciones que creemos superadas?. ¿Cómo disponer nuestro ánimo ante
ello?¿Qué actitud tomar?.
Cada
vez me estoy convirtiendo en alguien más
sereno, con mayor capacidad adaptativa y menos sentimiento de queja
interna. Posiblemente, nada pase porque sí; sin razón ninguna ni motivo
aparente. Tal vez, nosotros seamos jueces y verdugos de un reo que siempre
tiene la opción de comportarse de otro modo.
Siempre
podemos decir NO. Siempre cambiar el pensamiento y por tanto la emoción que le
acompaña y en consecuencia la acción o conducta que de ello se derive.
La
vida no es lineal. No es inamovible. No es unilateral. La vida es sorpresiva,
mutante y diversa. Si no estás preparado para ello debes ir cambiando porque
nada permanece estático y nada discurre por el sendero de siempre.
Aceptar
los vaivenes a los que nos somete, bailar con ellos a su propio ritmo y hacer
del baile un motivo de superación es lo que puede salvar la capacidad de
renovarnos día a día sin morir en el intento. Porque hay muchas formar de morir
sin hacerlo. Una de ellas, la peor, es vivir de lo que fue añorando el placer
en el tiempo del dolor.
Cada
mayo trae sus flores. Éste que está por llegar, también las traerá.
Nacemos tejiendo nuestro destino;heredamos un todo y lo forjamos a voluntad a fuerza de vivir y hoy somos producto en plena formación.
ResponderEliminarSaber sanar los "huecos" es parte de ésa formación; cubrirlos de nuevas experiencias, perdonar, amar, olvidar sin resentimiento, asumir nuevos roles, seguir con la cabeza en alto, en fin, poner en práctica lo mejor de la expriencia adquirida para ser felices y seguir el camino con valentía y con entereza.
Al final, si aprendimos las lecciones, solo la satisfacción y la plenitud de haber vivido sera nuestra recompensa.
Bailar y cantar..., el arte de vivir y expresar el alma.... Que bien cuando se expresa alegria; el mundo cambia de color. Un besito para este gran espacio . Felicidades.
ResponderEliminarDe acuerdo...un besote inmenso para Flor y Nata y su sabiduría y entrega por los necesitados del mundo.
ResponderEliminarConozco pocas personas que se dediquen con la constancia inquebrantable con que Flor y Nata mantiene este espacio, abierto a su experiencia y sabiduaría con que contribuye a hacer un mundo mejor y mas feliz.
NN
Vivir...cantar.... aceptar... perdonar ... aprender...en fin, seres humanos de carne y hueso, tan fuertes o tan débiles mientras el aire alimente nuestro corazón.
ResponderEliminarInmensas gracias por vuestros comentarios y sobre todo a NN por esa valoración tan grata y que tanto me anima a seguir!
ResponderEliminarUn abrazo desde el centro de mi corazón***