Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 4 de diciembre de 2022

LOS SUSURROS DEL PASADO

 No debemos dejar que el pasado se cuele en el presente, ni que condicione, por supuesto, el futuro. Sin embargo, no podemos silenciar el pasado, borrarlo de golpe y comenzar de cero, como tantas veces se pretende. 




         El pasado tiene vida propia. Es la parte más importante y larga de nuestra biografía. Es lo que justifica muchas de nuestras emociones y sentimientos más íntimos, aquellos que no controlamos; los que se desbordan en el pecho sin poder controlarlos. El pasado está ahí. No vale ignorarlo. Mas bien, debemos integrarlo para, de alguna forma, disolverlo.


         Me gusta cuestionar la antigua expresión de…”perdono, pero no olvido”. Nada se olvida, salvo aquello que lo parece porque nuestro cerebro decide ponerlo en segundo plano.

 

         No olvidarnos no quiere decir que no podamos comportarnos  de forma distinta con el recuerdo. Los recuerdos no obligan, no juzgan, no condenan. Están impresos en lo más profundo del alma, pero somos nosotros los que hacemos de ellos una censura.


         Si tenemos la valentía de recordar sin dolor, sin rencor, sin temor, sin resentimiento o aversión estamos en el buen camino porque entonces recordar puede convertirse en un magnífico bálsamo que cierre viejas heridas nunca selladas por el encono de nuestra memoria.


         Reintegra los recuerdos a tu vida diaria. Transforma los sentimientos que te evocan en aprendizajes que sanan.


Después, todo será más fácil.

 

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