Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 19 de octubre de 2021

CUANDO PARECE QUE NO VES

 

          Cuando tú no ves o lo parece, es importante que al menos te vean.

 

Muchas son las veces que no “vemos” absolutamente absortos en lo que creemos ver. Visionamos paisajes que sólo están en nuestra mente, nos engañamos pensando que son verdaderos y si algún elemento de ellos no encaja tratamos de evitarlo para que no nos lleve frente al espejo de la verdad.

 

Cuando no eres capaz de “ver”, al menos deberías estar atento a “que te vean”; que no topen contigo, que te aprecien iluminado para evitar los choques.

 

Es bueno, también, saber presentarnos como videntes por muy ciegos que estemos, de esta forma el que está delante evitará cometer abusos de poder por tener una situación privilegiada ante nuestra ceguera.


 

 

Veamos este breve texto:

 

“…Un hombre caminaba apresuradamente por la noche cuando al doblar una esquina tropezó con otro que se alumbraba con un farol.

En el momento de ir a increparlo, se dio cuenta de que era ciego.

-¿Para qué demonios vas con un farol si eres incapaz de ver nada? -preguntó el hombre apresurado.

-¡Para que puedan verme y no tropiecen conmigo los tontos como tú! -replicó el ciego…”

 

Sin duda, debemos protegernos de la debilidad que puedan ver otros en nosotros. Cuidarnos pasa por no dar oportunidad a la manipulación a la que mucha gente está tentada, cuando quien tiene delante parece ineficiente en algún sentido.

Lleva tu propio farol; veas o no.

 

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