Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 26 de julio de 2020

EL SONORO SILENCIO



Me gustan las palabras. Me he dedicado toda la vida a comunicar. Creo en el poder de lo que se dice desde el corazón y quiero creer que todos, en algún momento, y seamos como seamos, hemos apelado a lo más limpio y genuino de nuestro yo para entregárselo al otro.



Hay personas muy calladas y observadoras. Ese también es un gran don. No siempre las palabras coinciden con los pensamientos, ni los silencios con lo que no se dice.

Hay silencios sonoros y palabras vacías también. Hay vacíos llenos de emociones silenciadas y presencias llenas de vacíos huecos.

A veces, la vida te lleva a parar, a reconsiderar tu mundo, a conocer qué posición tienes en él ahora. Y el silencio ayuda. Te da espacio para observar, tanto los recuerdos como las acciones. Te hace comprender y también aceptar.

Algunas veces, usamos el silencio vacío con quienes no tenemos nada que decir. Otras, nos instalamos en el silencio sonoro en el que esperamos que la vida se recoloque, que a cada uno nos sitúe en dónde merecemos o simplemente que valoremos y nos valoren tanto como hayamos tocado el corazón de los demás.

Estamos en la cultura de las palabras. Quien dice más y convence mejor, vence. Lo que no quiere decir que nos esté favoreciendo con sus argumentos.  Pero nos lo creemos. Tendemos a escuchar más que a observar y eso siempre lleva a confusión, porque lo que tiene valor son los actos, las obras, la conducta. Y observando eso es lo que uno valora al final de este maremágnum de palabrería que nos asfixia en la política, ante los que nos venden lo que sea y sobre todo, frente a quienes nos quieren convencer de lo que luego niegan sus acciones.

Es mejor no decir nada si no cumple con los 3 filtros de Sócrates:

1.- “¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es verdad?
2.- “¿Lo que vas a decirme es bueno o no?
3.- “¿Me va a servir de algo lo que tienes que decirme?

Verdad, bondad y utilidad. Si estás dispuesto a cumplir con ellos, entonces tus palabras serán de oro y caerán como una semilla en un mullido sembrado. De otro modo, ¿para que decir lo que no es verdad, lo que no va a traer bondad o lo que no es útil?.

Estoy en un momento de introspección. El silencio me parece un lecho de nubes por el momento. Hablar sirve de poco cuando las palabras no llevan detrás intenciones bondadosas y posibles.

El objetivo es ser cada vez mejor persona, con la palabra o con el silencio, siempre que uno y otro traigan verdad.

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