Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 14 de marzo de 2020

¿QUÉ QUIERE DECIRNOS UNA CRISIS?



Estamos en tiempos de crisis. Crisis de valores, económica, de relaciones y hasta propia. Es un momento extraño donde todo lo que era o parecía estable se tambalea.

Estamos sobre arenas movedizas, en aguas turbias, en pantanos farragosos. Y ahí, en el medio de la angustia que genera no saber dónde pisas, esperamos que algo suceda y que la vida vuelva a ser lo que era.



Dicen que las crisis son buenas, que nos ayudan a crecer, que todo se recoloca después y lo hace mejor, que aparecen nuevas oportunidades y que la vida renace tras su paso. Pero en realidad, no lo sentimos así. No al menos durante el transcurso de lo que dura y tampoco después en mucho tiempo.

Hay que estar preparados para lo malo y para lo peor. ¿Cómo se prepara uno para la desgracia?¿o para la muerte?¿o para la pérdida del tipo que sea?. Es harto complicado.

Cuando todo parece estar instalado en el caos, cuando todo se derrumba hay que mantener la calma a pesar del sufrimiento, porque lo que ha de pasar pasará de igual forma y solamente una actitud libre de expectativas y con capacidad de aceptación puede salvarnos de nuestro propio miedo.

Este virus, que parece gustarle estar entre nosotros, posiblemente traiga un mensaje. Limitar la frenética actividad que el mundo lleva. Nos dice que paremos, que tratemos de protegernos, de no exponernos tanto y luego, cuando hayamos hecho caso a su SOS volverá a dejarnos solos para ver qué hemos hecho con la calma.

Aprovechemos esta ocasión para estar con nosotros mismos. 

La experiencia traerá sus bondades también.

2 comentarios:

  1. muy de acuerdo con tu mensaje, ojala lo mediten y lo comprendan; que la vida es de retos y alegrias,que es como subir una montaña muy alta, se sufre en la subida, pero que glorioso se siente en la cima, con esa alegria, y la experiencia de haber logrado algo... muy sabias, feliz dia!

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  2. Simon, efectivamnete, hay que parar en la desgracia y también en la felicidad. Hay que dar espacio a los sentimientos extremos y a las situaciones límites. Probar en ellas que esos límites nos enseñan cuales don nuestros puntos débiles y comenzar a trabajar en ellos. Deliz día y gracias por tus comentarios que siempre animan el blog!

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