DOMINGO
ANTERIOR
.-¡Mi
niño! Responde!...qué te pasa!.- Liu permanecía casi sin respirar. Los ojos
cerrados y su cuerpo flácido hicieron que la mujer fuese rápidamente a llamar a
un médico.
.-No
hay tiempo, dijo otra. Será mejor llamar a una ambulancia.- En ese momento Pau,
el amigo imaginario del niño chino, dibujó en su cielo imaginario una enorme V
de victoria. Contento y lleno de satisfacción, por aquella hazaña, continuó inmóvil.
No
podía ver nada. Los ruidos comenzaron a ser infernales, gritos, sillas, objetos
caídos y prisas por todos los lados. Alguien preguntaba por el número de
teléfono de su madre. Una voz chillona preguntó a otra mujer.
.-
¿Conoces a la madre de este niño Nicoletta?.- Aquel nombre quedó grabado en la
memoria de Liu. Dentro de muy poco tiempo tendría oportunidad de comprobar
quien era aquella mujer. (…)
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DOMINGO
16_08_2015
Liu
sintió como una de las madres hacía una llamada rápida y nerviosa a
emergencias. Todas trataron de reanimarle sin resultados.
Su
madre le había enseñado a contener la respiración bajo el agua. Jugaban a
competir para ver quien resistía más. Sabía cómo hacerlo pero no era el
momento. Lo dejaría para cuando llegase la ambulancia.
Al
poco rato llamaban a la puerta con urgencia. Pasaron dos enfermeros y una
mujer. Liu escuchaba con atención las voces de los recién llegados.
.-Tómale
la tensión y la temperatura. Yo le auscultaré mientras tanto.- Ese era el
momento de no respirar.
.-Rápido
oxígeno. Está a punto de perder la consciencia.- En aquel momento se dispuso un
operativo de emergencia en el que resolvieron llevarle al hospital. Una de las
mujeres que allí estaban se ofreció para acompañar al pequeño hasta allí.
.-Iré
yo. No tengo problemas para acompañarle mientras llaméis a su madre.
.-Nicoleta
no te preocupes, puedo hacerlo yo.- Dijo la madre de Tomy. Al fin y al cabo soy
la responsable de esta fiesta. Quedaros con los demás y seguid con ella para
que el resto de los niños no se asusten.
.-De
ninguna manera.-Contestó la otra mujer. Soy amiga de su madre y seguro que le
gustará que yo haya asumido esta responsabilidad.
.-Bien,
como prefieras.
Liu
no conocía aquella mujer que decía ser amiga de su mamá. Aún así no abrió los
ojos. Apretaba fuertemente el pen driver con su brazo derecho para notar que
aún seguía en su bolsillo.
Sentía
movimientos de vaivén hasta que lo acomodaron en una camilla que bajaron con
rapidez hasta la ambulancia.
Alguien
preguntaba a la señora que le acompañaba.
.-¿Conoce
a la madre de este niño?.- Nicoleta titubeaba al responder. Liu se dio cuenta
que era una impostora. No sabía por qué hacía aquello.
Entreabrió
sus ojos para mirarla por la finísima abertura que le dejaban éstos.
Rápidamente se acordó de ella. Era la mujer que estaba cerca del señor
accidentado haciendo fotos. De repente, aquella señora que estaba sentada muy
cerca de él se agachó hasta su oído.
.-Mi
pequeño niño. Te vi cogerlo. Es a mí a quién debes dármelo. Recuérdalo cuando
te despiertes. Sé que aunque no me puedas oír lo recordarás más tarde. No voy a
moverme de tu lado ni un instante.
Liu comenzó a sentir miedo. Lo que había
comenzado como un juego apuntaba a ser más serio. Algo le decía que tenía que
guardar bien aquel pequeño juguete.
Cambió
el ambiente exterior. La camilla se deslizaba por los largos pasillos
rápidamente. Allí estaba él. Sentado en una silla en una esquina de la sala de
espera. Aquella mujer ocultó su rostro cuando le vio. El pequeño se dio cuenta
de que Nicoleta le conocía.
La
camilla se detuvo en un control. Owen miraba al niño y a la mujer que le
acompañaba. Sin duda la reconoció. Se levantó acelerando el paso.
.-¡Nicoleta!.
¿Qué haces aquí?.-La mujer viendo la proximidad de Owen salió corriendo
buscando las escaleras.
.-
¡Alto! Seguridad. ¡Es ella! Atrapen a esa mujer.-
Lui
abrió los ojos y comenzó a toser.
.-¿Quién
es este niño?.- Preguntó Owen.
.-No
lo sabemos. ¿Usted lo conoce?.- En ese momento, el pequeño comenzó a mover sus
ojos al mirarle para que asintiese.
Owen estaba desconcertado una vez más. No
sabía que estaba sucediendo pero la profunda mirada de aquel niño le hacía
seguir su instinto para acabar por confirmarlo.
.-Así
es. Y a la mujer que ha escapado también.
.-Tendrá
que responder a unas preguntas cuando el pequeño esté bien.- En ese momento Lui
comenzó a lloriquear.
.-
Mamá, mamá…¿dónde estás?...Tío que bien que estás aquí.
.-Si
mi querido niño. Mamá vendrá pronto.- Owen se sorprendía a sí mismo diciendo
aquellas palabras a un niño desconocido. Sin duda, algo quería decirle aquel
pequeño y estaba dispuesto a escucharle. (…)
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