Domingo
anterior:
Marco
indiferente empujó con fuerza para terminar de cerrarla.
.-
¡No tan rápido Marco! Quizás quiera saber algo acerca de éste número.- y
diciendo esto le enseñó un largo número escrito en la palma de su mano.
Owen
gritó desde dentro.
.-Déjala
pasar.- Nicoleta esbozó una sonrisa triunfal ante los asombrada expresión de
Marco. Deslizó la puerta con su mano sobre el piso e hizo hueco para que poder
pasar.
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Domingo
14_06_2015
.-Owen!,
¿qué te sucede?.- Nicoleta conocía al psiquiatra perfectamente y le veía
abatido, tumbado en el sagrado sillón de los pacientes, algo que él nunca
haría. Se acercó rápidamente y se arrodilló junto a él apretando su brazo
contra su cuerpo.
.-¡Owen
reacciona.!.¿Son ellos de nuevo?...!me lo temía!.! Por favor abre los ojos!.
Marco intentó separarla sin éxito del aquel cuerpo desvanecido e inerte.
.-Vamos
Nicoleta déjale descansar.
.-No,
No es posible. Tengo unos números que tal vez puedan decirnos algo.- Se miró la
palma de su mano nuevamente.- La mujer se levantó lentamente y del mismo modo
se acercó a Marco. Lo hizo tan extremadamente cerca que apenas sus bocas les
alejaban unos milímetros.
.-Nunca
me digas cómo debo tratar a Owen, ni lo que le conviene y lo que no. Tú no
sabes nada de nosotros ni de lo que él necesita. ¡Te ruego, te exijo! Que te
vayas y nos dejes a solas.- En ese momento Owen abrió los ojos y con un gesto
dejado y seco movió su mano para indicar a Marco que se fuera.
Cogió
su chaqueta y salió de la clínica dando un portazo en la puerta.
Nicoleta
volvió a sentarse en el suelo cerca de él.
.-Mi
querido Owen…sabía que me necesitabas de nuevo. Ese asistente que has contratado
es demasiado celoso. No te conviene.- Mientras decía esto acariciaba el pelo de
aquel atormentado hombre que no respondía mientras se dejaba hacer.- tengo lo
que te hará sentir bien. Yo te lo daré, como he hecho siempre.-
Acercó
su bolso arrastrándolo lentamente por el suelo y con sumo cuidado metió su mano
en él rebuscando aquella jeringuilla cuya aguja estaba pinchada en el blando
tapón de un diminuto frasco.
En
ningún momento dejó de acariciar su pelo. Era una especie de ritual en el que
cual una actitud maternalista daba tiempo y espacio a lo que iba a suceder
instantes después.
Muy
despacio, Nicoleta acercó aquel somnífero a la pierna dislocada que Owen dejaba
caer por el lateral de la cheslón y la clavó con fuerza y determinación
introduciendo por completo el líquido en su cuerpo.
Un
tímido gemido hizo que la cabeza del psiquiatra cayese por completo fuera del
área de reposo.
Nicoleta
se apresuró a dar un breve recorrido por la habitación. Comenzó a revolver
cajones y a descolocar los papeles aún
recién ordenados por Marco. Buscaba algo más que la compañía de aquel viejo
amigo que ahora yacía sumergido en un profundo sueño.
Hablaba
consigo misma tratando de reforzar la esperanza de encontrar lo que buscaba.
.-¡Vamos
Nicol, vamos! Tiene que estar aquí. ¿Dónde la habrá escondido?.- Dirigiéndose a
Owen gritó como si pudiese oírla.
.-¡Eres
un estúpido!. ¡ La encontraré, aunque tenga que vaciarte la mente.- Siguió su
búsqueda ahora en el ordenador portátil que aún estaba encendido encima de su
mesa.
.-
Veamos…No, no…no puedes haber dejado un rastro tan evidente. Tal vez en los
archivos del propio disco duro…-Y diciendo esto sacó del bolso un pequeño pen
driver con el cual comenzó a jackear el ssitema (…)
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