Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 15 de agosto de 2013

PARA SENTIRSE AMADO



         Para sentirse amado hay que amar. No podemos exigir amor sin dar nada a cambio. Solemos querer que nos quieran, que sean cariñosos con nosotros, que nos comprendan, que nos mimen y que nos acompañen. Queremos recoger sin sembrar lo suficiente y eso siempre es un imposible.
         Amar significa entregarse con plenitud y hacerlo con una inmensa gratitud hacia el que lo recibe, por dejar que el amor traspase el templo de su corazón y por devolvernos lo mismo o si no puede entregarnos el amor que esperamos de él, al menos recibir su cariño. Es muy extraño que alguien que se sienta amado rechace ese amor. Posiblemente no pueda devolvernos el mismo tipo de afecto, si no lo siente igual, pero estoy segura que nos regalará su inmensa gratitud porque el amor que se derrama sobre sí.
         Amar significa disfrutar dando lo mejor de nosotros mismos y gozar siempre de la felicidad serena que todo lo impregna cuando el amor se instala.
         Aprovechemos que estamos aquí; ni el reloj ni el calendario pueden eclipsar cada momento único e irrepetible que en verdad es milagroso. Deberíamos ser conscientes de que cualquier pérdida de tiempo, de oportunidad, de ganas, de entusiasmo, de acción en definitiva…es irreparable. Cada instante que perdemos no vuelve, nunca.
Fijémonos objetivos, seamos constantes en los propósitos, contactemos con la dimensión más profunda de nuestra inteligencia, demostrémonos coherencia entre lo que decimos y lo que realizamos. La vida exige entusiasmo si no queremos que nos devore con la otra cara de su moneda.
Ser feliz es una decisión. La vida feliz no es una suerte, es un logro. La felicidad se crea, no se encuentra y cuando se comparte siempre aumenta y ensancha.
Es curioso como compartir la alegría la duplica, mientras que compartir la pena la aminora.
Es importante que proyectemos las ilusiones en sueños, en ideas proyectadas hacia el futuro próximo, pero es más importante aún saber soñar y poder despertar a tiempo.
Que nos amen no es difícil si hacemos permeable el corazón, si compartimos alegrías, si generamos entusiasmo, si elaboramos sueños en compañía, si ante y sobre todo, ponemos a disposición del otro, todo nuestro empeño en que sea feliz y hacemos de su felicidad la nuestra propia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario