Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 25 de marzo de 2013

TIEMPO DE PASIÓN



         Estamos inmersos en un tiempo sagrado para quienes abrazan la religión cristiana. Un momento en el que recreamos la historia de un dios llegado a la tierra para difundir un único mensaje de amor, a veces no del todo entendido o distorsionado a merced de la interpretación del acomodo humano.
         Practicamos la Semana Santa como el momento culmen de la parte humana de ese dios en la tierra y llenamos de sentimiento amargo la copa del corazón para desangrarnos con él, en el mejor de los casos. Sin embargo, la religiosidad entendida como ligazón a unas ideas y a un tipo de prácticas rituales conmemorativas, a veces nos lleva a estar más lejos que cerca del sentido profundo de su mensaje.
         No podemos quedarnos en la representación escénica, en la parafernalia de lo externo, en la fiesta y en el pretexto de creernos más religiosos por cumplir con los rituales.
         La religiosidad, el sentimiento hondo del mensaje de amor que proyecta su luz desde la cruz, debe confundirse y ser uno con la espiritualidad interior de tener al Cristo dentro y saber que por encima y debajo de los ritos está el templo de nuestra alma para vivir su muerte y resurrección como regeneración propia del corazón único que late en nuestro interior.
         El sentido de la Semana Santa se resume en una idea que no solo se tiene que poner en escena, sino que hay que asumirla como propia para empezar de cero si es necesario.  Como el renacer de la primavera, la muerte y resurrección de Cristo, nos invita a renovar nuestro espíritu, a dejar morir aquello que limita la bondad, la compasión o la entrega al amor para festejar el nacimiento de los mejores sentimientos de fe y pasión en la dimensión divina del ser humano.
Creer en definitiva en el Dios que mora en nosotros y en ese poder inmenso de su compañía a cada instante.
         Este tiempo de pasión debe, sin duda, renovar nuestro amor por él y la confianza de ser UNO con aquello que tanto nos ama.
         La Semana Santa ha de celebrarse en el interior, participemos o no de las procesiones y rituales que la conmemoran. De ser así, su misión estará cumplida.

4 comentarios:

  1. ¿ Que pasò con los '' Domingos Literarios '', me hacen falta. Un abrazo y un beso.

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  2. Me siento enamorado de tus escritos.

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  3. Me ha gustado mucho esa añoranza para los Domingos Literarios...no sabes cómo me anima a escribir!!.
    Gracias por echarlos de menos!***


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  4. No hay nada mejor ni más reconfortante que saber que
    alguien espera leer lo que sale tan directo del corazón. Gracias de nuevo y siempre.

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