Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 29 de marzo de 2013

LO QUE TIEMPO CURA




            Esta frase, que popularmente consuela a quienes sufren de algún mal, se convierte en realidad cuando tenemos que comprobarla en nosotros mismos.
         Si el dolor permaneciese intacto para siempre moriríamos con él. Y no morimos cuando queremos a menos que lo decidamos desde lo absurdo del desconcierto y la angustia fatal.
         El dolor se va acomodando, va tomando su sitio y despacito, día a día, va dejando de molestar.
         Nadie puede borrar lo que ha vivido de su memoria, pero sí puede ir recordando sin acritud y cuando eso sucede, llega la calma y la paz de saber que lo que se vivió sirvió también de aprendizaje.
         A veces, cuando estamos inmersos en situaciones dolorosas, que parecen no terminar nunca, tenemos la sensación de quedar tocados para toda la vida y el tiempo nos niega esa creencia.
         Hay que saber recolocar lo que duele. Y se sabe cuando uno es capaz de mirar por encima y desde lejos. Esa respectiva solamente te la da el sucederse de los días, la acumulación de otros sucesos, como si se sedimentasen sobre lo malo que nos ocurre, y esa paz que va llena nuestra alma al dejar de odiar a quienes nos dañaron.
         Después de un tiempo, todo parece distinto. Se relativizan los motivos, se dulcifican los defectos, se valoran las virtudes y se añora no haber sido más capaces de entender en el momento lo que ahora es claro y trasparente a nuestros ojos.
         Posiblemente, si pudiésemos dar marcha atrás, tal vez habríamos hecho lo mismo u otros lo habrían hecho con nosotros, porque en definitiva la vida es una escuela para aprender y las lecciones tienen que llegar a través de alguien, pero posiblemente también hubiésemos tomado una actitud más abierta, más sincera, más valiente y más compasiva.
         El tiempo siempre es nuestro aliado, aunque a veces parezca estar en contra. Cuanto más nos acerca a la muerte, más nos hace amar la vida. Sin embargo, este amor antes impetuoso y apasionado, va convirtiéndose en serena y grata aceptación que se compensa siempre si al volver los ojos atrás tenemos la certeza de haber amado mucho.

Hago extensiva mi felicitación a Xara por su cumpleaños en nombre de todos los que nos encontramos en este rincón. Y mi deseo para ella, como para todos los anónimos que cumplan ahora o en algún momento, de que ante todo seáis FELICES y AMÉIS incondicionalmente y siempre.
          

2 comentarios:

  1. Muchisimas gracias por esta felicitación ante tantas personas queridas. Es un placer sentirse reconocid@, aunque de sobra sé que me quieres. Un beso para tod@s y FELICIDADES!!!

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  2. Xara es un placer tenerte siempre con nosotr@s!!...inmenso!

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