Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 26 de julio de 2025

TRASPASA TUS MIEDOS Y ENCONTRARÁS CALMA

 No es siempre, no todos los días, ni tampoco a todas las horas, pero hay momentos increíblemente malos. Puede parecer que lo tienes todo, puede que los demás no lo vean, puede que aunque lo hagan ni siquiera lo entiendan. La realidad es que te sientes solo/a en un desierto sin oasis en el que no hay caminos, las sendas no se ven o las huellas de otros están borradas.

 

No te asustes. El cerebro está preparado para sobrevivir cuando el cuerpo o la mente están saturados. Él busca maneras  y formas de no colapsar, de seguir adelante, de enviarte mensajes que debes aprender a identificar. Vive con la seguridad de que podrás seguir, de que aprenderás a vivir con un dolor que se irá transformando, proceda de donde proceda.




 

El tiempo siempre ayuda. Todo cambia. Nuestra esencia, la de la vida, es la impermanencia. En realidad, no hay tierra bajo nuestros pies que no se mueva. No hay “ para siempre”, “ todos”, “nadas”… la existencia es cambio, nada permanece igual ni siquiera por un momento, aunque lo parezca.

 

La única forma de instalarse en el caos es traspasándolo…recordemos que el ojo del huracán, en su centro, siempre está repleto de la mayor calma que podamos conocer. Pasa más allá de lo que te asusta, de lo que te duele, de lo que te hace sentir rencor y verás que paso a paso llegarás a lugares más serenos, más suaves, más equilibrados donde comience a darte igual todo lo que no seas tu mismo/a y la conciencia bondadosa que da sentido real a tu vida.

domingo, 20 de julio de 2025

Y SI TE DIGO " NO" ...

 La reflexión de hoy está centrada en la culpabilidad al poner límites, en la necesidad de ponerlos y en la incapacidad de hacerlo. 

 

No es fácil, cuando estás inmers@ en la educación de la complacencia hacia los demás, decir que “no”. Y no lo es porque con ello, creemos que vamos a desairar al otro, que nos mirará de otra forma y que, en definitiva, nos estimará menos. Tememos ofenderlos, molestarlos y, sobre todo, que cambien la opinión de persona flexible, tolerante y amable que tienen de nosotr@s. 





 

¿Cuántas veces, en este juego desproporcionado y dispar, perdemos sin remedio?. ¿Cuántas veces desearíamos dar la vuelta y marchar después de una rotunda negativa?¿Por qué nos “ congelamos” en la imagen y pasamos por encima de nuestros deseos para que otros puedan llevar a cabo los suyos?.

 

A estas preguntas podríamos añadir otras muchas en las que nos veríamos much@s de nosotr@s reflejados. Y nos preguntamos…¿Por qué yo no puedo?.

 

Poner límites, delimitar nuestra zona de “posibilidad”, saber hasta dónde pueden invadir tu espacio físico y mental es todo un arte. Una habilidad que debemos aprender sin demora y sin culpa. Una necesidad si queremos vivir una vida plena y libre de los condicionamientos que otros quieran imponernos. 

 

No es difícil si empezamos por poner en práctica pequeños retos que lleven a  autoafirmarnos. Si cuando algo te disuena dentro, ante una propuesta, haces caso a tu sentir, a tu malestar… y te pones por delante de cualquier pensamiento que vaya en tu contra para decir abiertamente y con sencillez, ese “no” que se antoja tan huidizo cuando te muestras débil.

 

No pienses en el de enfrente. Piensa en ti, porque contigo es con quien tendrás que vivir siempre, el otr@ siempre se va…