Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 8 de marzo de 2025

LA DIFÍCIL HISTORIA DE LA MUJER

 Cuando me he planteado hablar hoy, precisamente, de la mujer y toda su trayectoria a lo largo de la historia, he sentido una especie de miedo contenido por la mirada crítica de algunos lectores que son, posiblemente, reflejo de los residuos que quedan en la sociedad.

 

No obstante, hay que decir algo significativo, si se puede, entre lo mucho que se ha dicho ya.

 

Es innegable que nacer mujer ha supuesto mucho sufrimiento en culturas del pasado, cuando la despeñaban por los montes o en el presente, cuando las adopciones de chinos siempre son niñas. Ni que decir tiene, la lucha de las mujeres en los campos, en las fábricas o en el hogar. Su papel de cuidadoras natas, de facilitadoras de seguridad y cercanía, de apoyo incondicional y de comprensión infinita.




 

Nadie se olvida de su madre, ni en los peores momentos cuando falla la memoria y el pasado se borra desgarradamente de un plumazo. 

 

Hablar de la mujer, sin caer en los tópicos de casos concretos o estereotipos encorsetados, es hablar de hogar, de calidez, de recogida, de aceptación, de mirada firme y corazón blandito, de inteligencia práctica, de diligencia acorde a las necesidades de cada momento, de magia para hacer de la necesidad virtud, de lucha incansable por los suyos, de generosidad con los que sufren y pasan por su vida, de sacrificios por los demás o de hechos tan insignificantes, pero significativos, como repartir lo mejor de las comidas para el resto de la mesa.

 

Es difícil no rendirse ante la madre, la hermana, la esposa, la amiga o la compañera de vida que están a nuestro lado con lo mejor suyo.

 

También es cierto que habrá excepciones, como en todo, pero debemos tener una mirada alta y limpia para reconocer que la mujer lo ha tenido muy difícil hasta llegar a dónde estamos y no hace tanto que podemos echar la vista atrás para comprobarlo. 

 

¡Brindemos hoy por haber superado tanto sufrimiento y por alcanzar aun lo que de respeto a su persona y a su existencia queda por parte de tanto asesino que todavía les arrebata la vida.!

 

No me gusta diferenciar exactamente el sexo cuando hoy pensamos en las mujeres. Mejor apelar a la “ persona” humana que debe tener el mismo valor que el de enfrente. 

 

¡Feliz día para todas y todos!...porque lo mejor de esta historia es que hay hombres maravillosos que nos valoran, respetan y aman. 

¡Por todos ellos también!

domingo, 2 de marzo de 2025

LO INCÓMODO DE GUSTAR A TOD@S

 Gustar a todos es imposible. Lo peor es que muchas veces lo pretendemos y, de hecho, aun sabiéndolo, insistimos en ello. 

 

Todo se basa en las expectativas que, ilógicamente, tenemos en la cabeza con respecto a los demás. Y cuando digo “ los demás” están incluidos los familiares, los amigos, las parejas y sobre todo, los hijos.




 

Querer gustar a todos tiene un coste alto y una rentabilidad muy baja. Los demás tienen su propio criterio, su forma de ver la vida, su opinión y hasta sus maneras de sentir aversión, molestia o insatisfacción ante el que tienen en frente. En muchas ocasiones, injustificadamente. Solo es una sensación, un sentimiento de rechazo que se fija en el interior y te hace retirar a la persona de tus adentros como algo ajeno, distante de ti e incluso en apariencia, en tu contra.

 

Somos muy proclives a juzgar sin tratar o sin conocer. Juzgamos muy rápido sin base o con ella, porque a veces comentarios de otros sobre la persona que acabamos de conocer ya nos predisponen a pensar y sentir contra ella.

 

Démonos margen. Esperemos un tiempo. Observemos. Veamos por nosotros mismos lo que debemos valorar. Seamos cautos. No seamos verdugos antes de oir al reo.  Simplifiquemos más nuestra vida y hagamos más fácil el mundo a los que nos rodean. 

 

No es teoría. Pasemos a la acción. Hagámoslo de verdad. Todo mejorará en un mundo que lo necesita mucho.