Cuando me he planteado hablar hoy, precisamente, de la mujer y toda su trayectoria a lo largo de la historia, he sentido una especie de miedo contenido por la mirada crítica de algunos lectores que son, posiblemente, reflejo de los residuos que quedan en la sociedad.
No obstante, hay que decir algo significativo, si se puede, entre lo mucho que se ha dicho ya.
Es innegable que nacer mujer ha supuesto mucho sufrimiento en culturas del pasado, cuando la despeñaban por los montes o en el presente, cuando las adopciones de chinos siempre son niñas. Ni que decir tiene, la lucha de las mujeres en los campos, en las fábricas o en el hogar. Su papel de cuidadoras natas, de facilitadoras de seguridad y cercanía, de apoyo incondicional y de comprensión infinita.
Nadie se olvida de su madre, ni en los peores momentos cuando falla la memoria y el pasado se borra desgarradamente de un plumazo.
Hablar de la mujer, sin caer en los tópicos de casos concretos o estereotipos encorsetados, es hablar de hogar, de calidez, de recogida, de aceptación, de mirada firme y corazón blandito, de inteligencia práctica, de diligencia acorde a las necesidades de cada momento, de magia para hacer de la necesidad virtud, de lucha incansable por los suyos, de generosidad con los que sufren y pasan por su vida, de sacrificios por los demás o de hechos tan insignificantes, pero significativos, como repartir lo mejor de las comidas para el resto de la mesa.
Es difícil no rendirse ante la madre, la hermana, la esposa, la amiga o la compañera de vida que están a nuestro lado con lo mejor suyo.
También es cierto que habrá excepciones, como en todo, pero debemos tener una mirada alta y limpia para reconocer que la mujer lo ha tenido muy difícil hasta llegar a dónde estamos y no hace tanto que podemos echar la vista atrás para comprobarlo.
¡Brindemos hoy por haber superado tanto sufrimiento y por alcanzar aun lo que de respeto a su persona y a su existencia queda por parte de tanto asesino que todavía les arrebata la vida.!
No me gusta diferenciar exactamente el sexo cuando hoy pensamos en las mujeres. Mejor apelar a la “ persona” humana que debe tener el mismo valor que el de enfrente.
¡Feliz día para todas y todos!...porque lo mejor de esta historia es que hay hombres maravillosos que nos valoran, respetan y aman.
¡Por todos ellos también!
Muchas Gracias por esta realista reflexión ♥️
ResponderEliminarMuchas gracias por leer estas reflexiones y estar siempre con nosotros. Un abrazo sentido
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