Me pregunto si esta diferencia entre los dos conceptos que a
veces, está delimitada por una finísima línea invisible, será evidente para
todo el mundo. Y la respuesta que encuentro es que hay personas que pueden
asumir esa diferencia porque en ellas existe una visión panorámica de aquello
que pareciendo dirigido por un buen fin se ubica frente a un abismo de consecuencias
inadvertidas a los ojos del incauto.
La buena fe puede
traducirse en una mala práctica. Hay personas que sabemos teorizar muy bien y
ejecutar mal. Confiamos en todo y en todos. Y lo peor, siempre vemos un trasfondo de mejora, suerte y maravillosa casualidad en
cada suceso u oportunidad que parece llegar a nosotros, pudiendo ser esto una
trampa.
Somos presas
fáciles. A mí me ha costado mucho entenderlo porque hacerlo así significaba
tener que reconocer que el paisaje blanco que yo veo desde mi corazón, en
realidad no lo es tanto y que tras una sonrisa amable y unas palabras cercanas
también puede esconderse un cazador avispado a punto de ganar un trofeo.
Muchas veces
pienso en nuestro querido y viejo D. Quijote de la Mancha, como cargado de
fantasías, entregado al amor puro de una idea de amada, defensor a ultranza del
honor y la honestidad, cabalgaba sobre una realidad que no le gustaba para
inventar otra en la que poder ejercitar todos aquellos valores que mullían su
corazón.
Como él, he abierto, en ocasiones la puerta a la utopía y me
he entregado en batallas contra quimeras de otros. Como él, siento que debe
haber un amor por encima de los amores de quita y pon, que justifique la vida y
la compense. Como él creo que merece la pena arriesgar la vida por restablecer
la inocencia de creer en la bondad de los demás y en las causas justas…pero no
quiero terminar muriendo derrotada por mi tontería para poder salir de este
círculo vicioso de la indulgencia con la maldad.
La pena, bien
entendida, tiene que empezar por uno mismo.
Quiero abrir los
ojos sin que mi alma empeore, pero asegurarme de que lo que veo es lo que hay y
no lo que yo quiero ver.
Estoy en el
camino, al menos, reconociendo que por saber mirar nunca dejaré de ser la que
soy.
Encantadora Flor... y Nata, suscribo todo lo que has expuesto en esta reflexión. La inocencia prima sobre todas las cosas, y el reconocimiento de ella nos hace conscientes de una realidad susceptible de ser modificada, primero por un@ mism@ y después.... ?
ResponderEliminarBesitos desde un lugar de la Mancha!
desde luego yo tengo más de Quijote que de Sancho pero que sería de nosotros si no creyéramos en una nuestro caballero o nuestra dama?.
ResponderEliminarPero ,tristemente ahí fuera en el mundo siempre hay cazadores dispuestos a robarte esos sueños y a bajarte de golpe y porrazo a la cruel y triste realidad.
Sé que hay que ser realistas.Lo aprendí tras múltiples luchas con mis molinos de viento ,pero sería tna bonito la fantasía ,creer en la bondad ... utopía si pero la vida es sueño y los sueños sueños son .
Un beso y tenías razón me gustaba el tema podría hablar horas.
Xara gracias por estar siempre con nosotros y !!FELICIDADES !!! en tu día.
ResponderEliminarUn beso muy especial hoy para ti*
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Para Genma mi más sincera felicitación por aportarnos esa visión del que ha sufrido lo mismo y animarte a que compartas tus experiencias hechas sabiduría.
Un beso
Querida Flor y Nata, cuantas veces hemos oído eso de "de buena que es, es tonta",la bondad no puede llevarnos a ese estado bonhomía absurdo en el que nos gusta vivir, poniéndolo como excusa a las malas acciones de los demás, porque por mas que nos duela, por mucho que amemos, escondemos detrás de esa nuestra bondad los errores y las faltas de los de los que mas no quieren o eso dicen.
ResponderEliminarBasta!ya es hora de rebelarnos contra esa mal entendida bondad,no dejamos de ser buenos por reclamar nuestro puesto, por no dejarnos avasallar, no podemos creernos siempre y sin otra razón que sino no hacemos todo aquello que los demás esperan de nosotros perdemos nuestra bondad, eso si que son tonterias...
Efectivamente la bondad no debe ser debilidad, sin embargo tampoco me gustaría caer en la soberbia ni en la prepotencia de pensar que con la bandera de la bondad en la mano deje de ser compasiva con el resto.
ResponderEliminarDificil equilibrio querid@ amig@ que hemos de conseguir.!!
Gracias por tu intervención!!