Hoy
tengo un día de esos; complicado. Me he dado cuenta que todo el universo está
debajo de la necesidad que sintamos de algo y no de su valor y menos de su
precio.
Me
ha gustado este cuento Sufí. Puede que nos sirva para reflexionar sobre ello.
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Una
vez el sultán iba cabalgando por las calles de Estambul, rodeado de cortesanos
y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían salido de sus casas para
verle. Al pasar, todo el mundo le hacía una reverencia. Todos menos un derviche
harapiento.
El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al derviche ante él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.
El derviche contestó:
- Que toda esa gente se incline ante ti significa que todos ellos anhelan lo que tú tienes : dinero, poder, posición social. Gracias a Dios esas cosas ya no significan nada para mí. Así pues, ¿por qué habría de inclinarme ante ti, si tengo dos esclavos que son tus señores?.
La muchedumbre contuvo la respiración y el sultán se puso blanco de cólera.
- ¿Qué quieres decir? - gritó.
- Mis dos esclavos, que son tus maestros, son la ira y la codicia - dijo el derviche tranquilamente.
Dándose cuenta de que lo que había escuchado era cierto, el sultán se inclinó ante el derviche.
La esclavitud del alma es el verdadero infierno para quien no domina sus sentimientos.
ResponderEliminarPodemos vivir en palacio de oro y el alma en la ruina.
Los dias pasan...como el agua bajo el molino, deja que el viento se lleve los aromas indeseados.
Feliz fin de semana.
Gracias por ese consejo que ahora necesito tanto*
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