Muchas veces buscamos en el lugar equivocado. Tal vez, lo que buscamos esté cerca, muy cerca pero no podemos verlo porque no es el espacio exacto donde fijamos la mirada.
Hay que agudizar los
sentidos, hay que disponer la actitud, hay que descubrir la aptitud, hay que
dejarse llevar por la intuición, hay que saber soñar para poder despertar, hay
que volar alto para encontrar los pies pegados al suelo, hay que saber reír y
llorar, emocionarnos y entristecernos; pero sobre todo hay que saber aceptar,
que no someternos.
Buscar donde está lo
que es nuestro es la clave para encontrar lo que de verdad nos pertenece. Ni
antes ni después, ni adelante ni atrás. El punto exacto de la inflexión. La coordenada
precisa que resuelve el misterio. La llave que abre la puerta. El ojo que todo
lo ve.
Buscar con los ojos
del alma y las manos del corazón. Dirigir la vista hacia la perla negra que
descansa sobre el vasto mar de posibilidades. Y encontrar. Y agradecer. Y disfrutar
del hallazgo.
Aquí os dejo un
breve relato sobre este tema.
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Una mujer estaba buscando algo en el suelo junto a un farol. Pasó por allí un hombre y se paró, curioso, a observar a la mujer, que afanosamente buscaba y buscaba. Intrigado, después de un rato, el hombre preguntó:
-Buena mujer, perdona que me inmiscuya en tus asuntos, pero ¿podrías decirme que buscas?
Y la mujer repuso:
-Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz he venido a buscarla junto a este farol.
Como esa mujer proceden muchos seres humanos. En lugar de buscar dentro de ellos mismos (donde mora el más verdadero gurú, el paraíso interno, la respuesta), buscan fuera de ellos lo que jamás podrán hallar fuera.
"somos inconformes empedernidos" dijo el Marqués una tarde que pescaba con su caña y picó uno..." este es chico " reflexionó en voz alta y procedió a cortal el sedal para liberarlo.
ResponderEliminarUn instante antes, sintió el tirón fuerte del mismo pero ahora en voz alta gritó..."valía la pena esperar.." se justificó mirándome de reojo.
No siempre sabemos tener paciencia para el momento oportuno.
Orange
Compañero de lecturas y reflexiones, es cierto...esperar es difícil. La ansiedad nos devora y a veces dejamos, antes de tiempo, la espera por absoluta desesperación.
ResponderEliminarCalma y templanza, si es que puede ser.
Un saludo otoñal!