Un día un maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:
- ¿Por qué la gente se grita cuando están
enojados?
Los discípulos pensaron unos momentos:
- Porque perdemos la calma, dijeron.
Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?,
preguntó el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una
persona cuando estás enojado? Los discípulos dieron algunas otras
respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus
corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder
escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que
gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego el maestro preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se
enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por
qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos
es muy pequeña.
El maestro continuó:
- Cuando se enamoran aún más, ¿qué
sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su
amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y
eso es todo. Así es cuando están cerca dos personas que se aman.
Luego el maestro dijo:
- Cuando discutan no dejen que sus corazones
se alejen, no digan palabras que los distancien más, porque llegará un día en
que la distancia sea tan grande, que no encontrarán de nuevo el camino de
regreso.
Autor Desconocido
Enviado por Elena Spakowsky
Y hay quienes solo necesitan pensar...y escribir sus pensamientos para ser escuchados.
ResponderEliminarNN
El pensamiento tiene tanta fuerza que es más sonosro que las palabras***
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