A
MI QUERIDO CORAZÓN
¡Eh!
Tú…escucha! A ti te hablo!
Óyeme
atento, no dejes de oírme!
Pon
toda la atención de la que eres capaz
Y
deja luego mis palabras reposar en ti…
Germinar
el vergel en el que reposarán mis sueños.
Habla
luego si quieres, dime, repróchame, alábame
Corrígeme
o méceme dulcemente en tus entrañas.
Te
diré que un día vi sus ojos e imaginé sus besos,
Que
fue un instante perderme en ellos,
Que
mi vida cambió para siempre con un suspiro,
Que
los días llevaban su nombre y las noches,
Cambiaron
de repente su amargo frío.
Tu
sabes que soy guerrera en combates enemigos,
Que
no tengo miedo y que la fuerza está conmigo.
Sabes
que por el amor me derrito
Y
que solo uno lo ha conseguido.
Tiembla
despacito cuando llegue el tiempo
De
hacer realidad lo que tanto ha dicho,
Envuélveme
en sus delirios
Y
haz con él, lo que has hecho de lo mío
Que
no tenga paz su sosiego
Y
que no tome el norte, sino el desvío,
Que
apague fuegos en el centro impío
Y
que se olvide del mundo
Para
construir uno a mi lado y con brío
Que
sus canas no tengan edad ni olvido
Que
brote la juventud de ese corazón
Que
siempre ha sido joven sin descuido.
¡Díselo
corazón!...dile todo esto, al oído
Y
dame la respuesta que yo desde aquí, te pido.
Un corazón enamorado va mas allá de los simples deseós.
ResponderEliminarPuede construir castillos elevados en las nubes o ir al fondo del universo a recuperar luceros extraviados.
Su temeridad puede rayar en la locura e intentar insensatos sortilegios.
Puede llegar a la ternura mas sublible o arder en el fuego de eros sin quemarse.
Puede hacer que brote la fuente de la juventud entre sus lirios y emanar de ellos los mas sutiles perfumes conocidos.
Un corazón enamorado puede prometer el cielo entero y el mar profundo y conformarse con una lágrima que brota enamorada de los ojos profundos de su amada.
Nada es comparabla a un amor enamorado del amor porque puede alimentarse de su propio fuego y sobrevivir a la mas inclemente de las tormentas del olvido.
Ese amor existe y és: lo conozco, lo vivo, lo siento y lo padezco.
Que bueno que tu corazon puede oirte y responderte !.Al mio yo le hablo pero aunque quiera responderme, ya no encuentra las palabras. Y entonces los dos debemos recurrir a la memoria y ahi si, el me oye y siempre me responde con palabras de amor
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