“EXISTEN DOS MANERAS DE PERCIBIR LA VIDA: como un camino lleno de
obstáculos, miedo, sufrimiento y dolor o como una oportunidad de disfrutar la
alegría, la armonía, la paz y el amor.”
EL PODER CURATIVO DEL AMOR
GERAL
G. JAMPOLSKY
La teoría está bien. La frase
perfecta. Pero cualquiera puede responder…” Y yo dónde me encuentro entre esas
dos actitudes.”
Sabemos que la vida, lo que nos
pasa, lo que experimentamos solamente representa un 10% en relación a cómo lo
interpretamos y por tanto a los pensamientos que generamos en torno a ello.
Los pensamientos son el primer
paso de las emociones. Una millonésima chispa de pensamiento enciende una emoción
al instante y ésta construye, inmediatamente, un comportamiento respuesta. La
clave parece, entonces, que estaría en poder controlar el pensamiento. En
darnos tiempo suficiente para remodelar éste, para pintarlo en otro color y en
un tono diferente.
Tendemos a presuponer, al adelanto
de las desgracias, a ver solamente la parte negativa de lo negativo e incluso
lo negro de lo blanco.
En todo lo negativo hay algo
positivo. Cualquier acontecimiento nefasto nos ha traído, a la larga, algo que
nos ha abierto otras puertas. El caso está en tener paciencia. En esperar a que
pase la tormenta, a que el viento amaine y el cierzo se acalore. En salir al
encuentro de nuestro destino y a decirle que estamos ahí, esperándole.
No me cansaré de expresar lo
importante que es visualizar ”como si”… el logro se hubiese producido.
Imaginarnos completamente invadidos por una luz poderosa que nos imanta con una
fuerza especial. Vernos serenos ante lo que queremos que pase porque esa fe
hará el milagro.
No importa la religión, el sistema
de creencias o la ideología a la que nos acojamos. En todas se alude al poder
de la fe. El amor es fe. La vida es fe. Cada instante es fe.
En esa fe, la de cada segundo,
vivo.
Aprender a mirar la vida, propia y de los demás con fé en los mejores valores propios y ajenos nos dá la oportunidad de entender la armonía que existe en el universo.
ResponderEliminarLos puntos de vista opuestos, los prejuicios, las falsas espectativas, los temores infundados, esos panoramas sombríos se borran poco a poco para dar lugar a una sensación de armonía conciliadora que lo mismo explica la noche que el dia, el dolor que el placer o el amor y el desamor , sensaciones que causan ese tormento en algunos o esa apacible actitud que nos permite gozar lo mismo de la tormenta o del verano tedioso o el suave trinar de las aves.
A muchos pareciera que esa actitud es una realidad lejana y desconocida, pero todas las religiones y filosofías tienden a lograr ese fin que no es otro que el de conciliar la realidad con ese paraiso que hay mas alla de la frontera del conciente.
Una realidad que está al alcance de nuestra voluntad, de la convicción de que existe y és y a que tenemos derecho a vivirla plenamente.
(Predicar es fácil....refunfuña el Marqués que me escucha repetir mis palabras; él dice, no cree sino en lo que se come. )
Saludos
El marqués conoce bien la debilidad humana! y sabe que ese equilibrio precisa de saber separar el ego de la parte divina que nos constituye!...
ResponderEliminarAl final de los días, de nuestra vida, al correr del tiempo vamos entendiendo que ese es el único objetivo que nos puede re-crear!
Saludos***
Deberíamos grababarnoslo a fuego y no olvidarlo jamas
ResponderEliminarDeberíamos grababarnoslo a fuego y no olvidarlo jamas
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