En
el profundo vacío del silencio quieto,
Se
llena de ti el pensamiento,
Emerge,
se esfuma, te aborda, se escapa,
Juega,
salpica y salta,
Desde
tus ojos a mi almohada,
Desde
tu tierna boca a mi dulce espalda
Donde
termina lo prohibido
Donde
comienza la escalada.
Siento
miedo cuando
la
soledad me acompaña
De
no estar contigo y que el amor
se escape de madrugada.
Suspiro
entonces y me digo
Será
él quien venga en mi busca, mañana
Serás
tú quien sienta rasgar tus entrañas
Cuando
no me tengas a tu vera
Ni
bebas mis besos sobre tu cara.
Cierro
los ojos y llega mi calma
Y
con ella, toda mi alma se engalana
Que
no soy niña, ni joven, ni dama
Que
soy un espíritu convertido en hada
Al
que sin saberlo tú,
te
ha transformado en amplias alas.
No
podrás vivir sin volar conmigo
Ni
podrás quedarte sin morir mañana
Si
no estás a mi lado para respirar mi aire
Ni
saciar tu sed en mi fontana.
Que
somos uno, que somos todo
Y
somos nada.
Que
tengo frío y te espero
Mirando
a lo lejos tras la ventana,
Soñando
que sueño tus besos de fresa y nata.
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