En este domingo despejado, lleno de sol; súbito e impermanente os dejo esta
reflexión en la que se aspira a relentizar la mente.
Nuestro cerebro no deja de parlotear con nosotros. Los diálogos con
nosotros mismos podrían ser el guión de una película, a veces de terror.
Dispongámonos a estar un ratito, serenos.
Sigamos esta breve meditación.
¡ Feliz día ¡
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Si meditas en un cielo despejado, sin nubes, sentirás súbitamente que la
mente está despareciendo, que la mente se desvanece. Habrá espacios. Te darás
cuenta súbitamente que es como si el firmamento azul también hubiera entrado
dentro de ti. Habrá intervalos.
Por algún tiempo, los pensamientos se
detendrán, como si el tráfico hubiera cesado y no hubiera ninguno moviéndose.
Al comienzo esto sucederá solo por momentos, pero incluso esos momentos son
transformadores. Poco a poco, la mente se ralentizará, y aparecerán espacios
más amplios. No habrá pensamientos por varios minutos, no habrá nubes.
Meditar sobre el firmamento es hermoso. Tiéndete para que olvides la
tierra. Tiéndete simplemente sobre la espalda en cualquier playa solitaria,
sobre cualquier suelo y mira simplemente el firmamento, pero si es un
firmamento despejado, sin nubes, interminable, ayudará. Y sólo al mirar, al
fijar la vista en el firmamento, siente su claridad, la ausencia de nubes, la
expansión sin límites y luego entra en esa claridad, hazte uno con ella. Siente
como si te hubieras convertido en el firmamento, en el espacio.
Pero, ¿si no es verano que harás? Si el firmamento está nublado, nada
claro, cierra los ojos y entra simplemente en el firmamento interior. Cierra
los ojos simplemente y si ves algunos pensamientos, míralos simplemente como si
fueran nubes flotando en el firmamento. Permanece atento al trasfondo, al
firmamento y sé indiferente a los pensamientos.
Estamos muy ocupados con los pensamientos y nunca conscientes de los
espacios. Un pensamiento pasa y, antes de que llegue otro hay un espacio; en
ese espacio está el firmamento. Entonces, cuando no hay pensamientos, ¿qué hay
allí? El vacío está allí. Por tanto, si el firmamento está nublado - no es tiempo de verano y el firmamento no está claro- cierra los ojos,
enfoca tu mente en el trasfondo, en el firmamento interior donde los
pensamientos van y vienen. No pongas mucha atención a los pensamientos; pon
atención al espacio por el que se mueven. Entonces el firmamento de verano se
produce interiormente.
Osho: Tomado de The
Book of Secrets, charla #49
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