Hay gente que siempre está fuera de
lugar, otros que no saben qué lugar es el suyo y la mayoría que aunque ocupen
un lugar y sepan que es el de ellos, no están nunca contentos con el que
tienen.
La peor situación de todas es no estar
en tu lugar, no ocupar de verdad el espacio y el rol que debería definir tu
función y creer, además que por ello, eres aún más ponderado.
Conozco
a gente que está sobreactuada todo el tiempo y que lejos de saber lo que son y cómo deben
responder por ello, avanzan sobre terrenos ajenos sin dolerles prenda,
arrasando con lo que sea en función de la vanidad propia. Uno debe saber estar
siempre. Es importante conocer hasta dónde debes llegar para no desquebrajar tu
dignidad ni arremeter contra el equilibrio del de enfrente.
Disponer
de un criterio leal a lo que somos y respetuoso con quienes estamos, nos
define. Nos hace personas capaces de asumir retos sin menoscabar el potencial
del otro, nos ayuda a colaborar sin pedir nada a cambio, a saber hasta dónde deben
llegar los límites y sobre todo a ponderar si las respuestas que obtenemos son
las que merecemos.
Cuando
estamos descolocados actuamos alocadamente y eso siempre trae consecuencias o
para nosotros o para los demás. Hay que recolocarse y actuar en el marco que
nos sea propio sin traspasar la barrera de lo punible y sin dejar que el tiempo
decida lo que ha de hacer para darnos una lección.
Me gustaría siempre seguir manteniendo
las ideas claras, saber donde me encuentro y en qué lugar, pero sobre todo
saber qué límites nunca debo de pasar. Me encantaría seguir siendo valiente,
intrépida y un poco aventurera pero sin hacer daño a nadie, sin comprometer los
empeños del otro y sin menoscabar la confianza que debo ganarme por
consideración de mi valía y no por la extrapolación de mi carácter.
A
veces todo esto es harto difícil para algunas personas. Lo peor es caer en la
confusión de su descoloque y dejarnos arrastrar por ese afán de protagonismo
con el que la otra persona nos envuelve.
Yo
quiero seguir atenta, a mi lugar y al de la persona que tengo enfrente. No
quiero equivocarme, ni pagar precios que no merezco.
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