Me
ha costado mucho aceptar esto; aún me cuesta. He llegado a la conclusión,
después de mucho resistirme, de que es cierto.
Los
demás son un espejo, doloroso a veces, imposible otras.
No nos gusta ver
actitudes que nos molestan, conductas que arañan lo más íntimo de nuestro ser,
palabras que nos destruyen y gestos que nos desmoronan.
Siempre
me he negado a creer que lo que aborrezco del otro puede ser algo que tengo en
mi misma y que cuando lo veo manifestado enfrente lo rechazo absolutamente.
Por
eso precisamente, no me gusta lo que en ti veo porque lo tengo yo…muy guardado,
casi olvidado. Es todo lo que no quiero
recordar.
Frecuentemente,
repetimos esquemas. Los hemos aprendido en la infancia. Incluso lo que en aquel
momento rechazamos más tarde, inconscientemente, lo repetimos.
Cuando
veo en otro algo que rechazo se dispara el mismo dispositivo que cuando no quiero
repetir lo que no me gustó en mis padres y lo hago.
Está
ahí. Esa forma de contestar, la testarudez, la envidia, la avaricia, el
desafecto, el humor ácido o la forma esquiva de recibir ayuda. En nuestro
interior algo conecta con estas u otras actitudes que rechazamos desde la
reflexión objetiva. Inconscientemente lo reconocemos como propio en algún punto
y en ese momento es como no querer ver la cara del lobo.
En
ese instante, lo primero que hacemos es un juicio de valor a nuestro favor. Yo
no soy así. Nunca lo seré. Odio esa forma de actuar. Lo que no nos decimos a
nosotros mismos es: “algo de eso tengo yo” por eso no me gusta lo que veo.
Lo
que resiste persiste. Esta es una ley universal que se cumple siempre.
Posiblemente,
ver algo en otra persona que no nos gusta puede servirnos de barómetro para
encontrar nuestros puntos negros.
Si
quieres mirarte en un espejo y detectar los fantasmas que te acompañan
solamente tienes que observar a los demás y analizar lo que en ellos
rechazamos.
El
resto queda de tu cuenta.
Aceptarlo
en el otro y remontarlo en ti.
Es la sombra, nuestro lado obscuro que nos negamos a ver, a iluminar. Y no hay quien se libre pues han sido tantas las actitudes que hemos reprimido. Somos tanto lo oculto como lo visible. Me has recordado mi trabajo personal y te lo agradezco.
ResponderEliminarMuchos besos Flor y Nata y ... ¡¡¡Felices vacaciones!!!
Xara así es... incluso a veces nuestro lado oscuro reprimido es quien dirige nuestro comportamiento. Lo bueno es poder acceder a él y reconocerlo como nuestro.
ResponderEliminarTodos deberíamos dejar el miedo a un lado y hacernos amigos de nuestros fantasmas.
Encantada de verte por aquí! Feliz verano amiguita*