Formamos una gran familia cósmica en la que el único lazo de parentesco es el amor. Nos reunimos, nos reconocemos, nos separamos y nos añoramos.
Tal vez en algún momento fuimos uno, y quizá volvamos a serlo en un futuro. Leí que el Universo nació al fragmentarse tras un Big-bang, y que cíclicamente se contrae y se expande.
Tal vez las almas que los habitamos surgimos de ahí y pasamos por un proceso semejante. Tal vez las almas gemelas son parte de un mismo espíritu, que se separan para evolucionar individualmente, y que después se buscan en la Tierra. Cuando ambas alcanzan un mismo nivel de conciencia se equilibran y se unen para siempre. Vuelven a ser una.
Las almas gemelas se reúnen y se separan...temporalmente. a veces se aman, otras se dañan, siempre se enseñan, establecen vínculos de amor y también de dolor para mostrarse el triunfo del amor sobre cualquier otra emoción.
Y cuando se han enseñado lo que debían, cuando se han ofrecido cuanto debían ofrecerse, cuando ya realizaron el trabajo que eones de tiempo antes acordaron realizar...entonces quizá -pues no lo sé seguro- deben separarse para preparar el próximo encuentro, tal vez siglos después. Y en una próxima reencarnación se reúnen de nuevo para ayudarse en su evolución.
Si en uno de sus encuentros hay desarmonía, deben separarse hasta que el alma menos evolucionada esté lista para atrapar a la otra. Se separarán cuando ya no puedan aportarse nada más y su separación sea necesaria para continuar evolucionando.
Cada encuentro en el plano material es planificado y precedido en el plano espiritual. Juntos en el cielo, juntos en la Tierra.
Unas veces los encuentros son breves y otros de por vida, y no importa una separación circunstancial en la Tierra porque en el cielo están unidas.
¿Cómo reconocerla? Al mirarse a los ojos. Cuando ambos apenas se rozan, es del todo imposible no darse cuenta de que algo trascendente ocurre. Creo que entre ambos ocurre algo muy especial, una complicidad que comparte experiencias del pasado. sin una explicación, ambos se atraen y se resultan muy familiares.
Y cada uno lo sabe todo acerca del otro y siente que ha terminado una larga espera. y por supuesto, una cierta telepatía entre los dos y la intuición de reconocerse el uno para el otro. En dos palabras: Intimidad y complicidad.
RAIMON SAMSÓ ("Dos almas gemelas")
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