Posiblemente
estas reflexiones las conocemos todos…no importa, son tan sugerentes y bellas
que no me canso de leerlas. Espero que vosotros tampoco.
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La castidad sin amor, te hace orgulloso.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor, te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.
Perversión, implacabilidad, hipocresía, arrogancia, avaricia, servilismo, orgullo, maldad, ridículo, tiranía, esclavitud, introversión, egolatría, tortura, sinsentido...., Buenos días Princesa!
ResponderEliminarTodos estos rasgos "capitales" que intentamos desechar de nuestra conducta, tienen que ver con el Amor y por tanto han sido a lo largo de la historia la cimentación de nuestra civilización, que se destruye así misma porque no encuentra salida.
La cuestión es que se puede a partir de la consciencia plena de nuestros peores rasgos, dejar salir el alma de las cosas que nos rodean, de las personas, ¿cómo? trabajando en ello.
Esta mañana me desperté pensando en el modo de vivir que tenemos..., proyectamos sobre todas las cosas..., proyectamos sentimientos, creencias, experiencias y en definitiva olvidamos y abandonamos esa cosa, a esa persona, ese animal...y creo que ahí tenemos una de las principales aventuras del "pecado capital". Pero igual que lo hemos aprendido desde niños, podemos desaprenderlo en la madurez. Un besito de domingo fresco, otoñal, con aromas de tierra mojada.
Qué bonita reflexión para comenzar el domingo, que es cuando la leo!...sí, el camino es desaprender. Volver al estado origina cuando todo era espontáneo y natural. Cuando no nos diluíamos en la proyección, sino que nos encontrábamos en la acción.
ResponderEliminarNo me gusta olvidarme de nada y menos de lo que amo. No me gusta apartar los afectos a base de olvido.
Feliz domingo lleno de los colores del otoño y de este beso que dejo con sabor a hierba recien cortada ! ***