Tema polémico hoy. Cómo la mentira se viste de verdad, en muchas ocasiones y logra pasar por ella. Cómo la verdad no se admite como tal, cuando no gusta, y toma la forma de mentira en la mente de quien no la admite.
Casi todos fuimos educados para la verdad, pero pronto comprobamos que mentir tiene sus ventajas y que los premios de abrazar la verdad, a veces, son escasos.
Hay una leyenda que trata de narrar como se cruzaron ambas y de que forma intercambiaron sus roles.
Veamos:
«Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buen día- dijo la mentira.
-Buenos días- contestó la verdad.
-Hermoso día- dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día – dijo entonces la verdad.
-Aún más hermoso está el lago- dijo la mentira.
Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
-El agua está aún más hermosa. Nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas. Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo».
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