Siempre he pensado que las cosas peores
siempre les suceden a los mejores. A veces, me pregunto qué extrañas reglas
sigue la vida y por qué lo que no es justo se ceba con quienes son compasivos,
bondadosos e incluso inocentes.
Otras veces, me consuelo con que en
realidad podemos ver las “malas cosas” como oportunidades de abrir caminos
nuevos, de aceptar la diferencia y asumirla como llave a otra forma de vivir,
eso sí no sin sufrimiento previo.
Es la manera en la que el universo nos dice
en qué debemos trabajar dentro de nosotros mismos.
Si ignoramos las señales, jugamos el rol de
la “victima” y permitimos que las cosas malas se repitan a sí mismas, entonces
es completamente nuestra culpa.
Es tu realidad cada uno somos responsables
de la limpieza.
Las cosas malas son la manera en que el
universo nos da información vital. Y depende de nosotros lo que hacemos con
ella.
Si, en algún momento, experimentamos alguno
de estos bloqueos, es una buena llamada de atención para que empecemos a
limpiarlos:
- Tus compeñeros son antipáticos contigo
- Tu vida amorosa no sale como lo planeaste
- Tu carrera no avanza
- Tu salud no es la apropiada
- La gente no es agradable contigo
- Tu tarjeta de crédito está sin saldo
- Tu nivel de felicidad apesta
- Tus decisiones no se llevan a cabo
- Tus metas y sueños no se manifiestan
Cuando algo malo pasa, deberíamos
agradecerlo, en cierto modo, porque ahora
sabemos cuál es el problema: ¡
uno mismo!
Estos eventos reincidentes nos están mostrando la mugre en nuestra vida
y dándonos la oportunidad de deshacernos de ella para siempre.
No hay elección; creo que el universo se empeña tanto en mejorarnos que
seguirá mostrándonos los patrones que necesitamos para trabajar en nosotros y para
seguir adelante con una feliz versión de nuestra vida.
Al final, no tenemos más que una única dirección que tomar: amarnos a nosotros mismos lo suficiente para mantener el enfoque en cualquier cosa que nos venga.
(Texto base refundido)
A veces no has sentido como si la vida fuese algo bello para tí y algo superior, una especie de complot impidiera que disfrutes plenamente de esa belleza que eres capaz de sentir...? A veces es necesario recurrir a otros para entender dónde pusieron sus expectativas respecto a nosotros nuestros seres más queridos, las que mantienen las cosas como están, a cambio de un sútil estancamiento emocional que permite ocultar los secretos menos aceptados solcialmente. No siempre depende de nosotros exclusivamente nuestra felicidad, ha de haber un deseo consciente de cambio, con todos sus riesgos incluídos. La vida es TODO, sin excepción. Es necesario arriesgar para ser felices. Muchos besos
ResponderEliminarSí Xara, es cierto. La felicidad tiene nuestro sello personal pero también en ella están implicados otros, quieran o no; queramos o no. Por esa conexión absolutamente ineludible que todo tiene en todo, es por lo que también nos viene cuando nos ayudan a entender.
ResponderEliminarAl fin y al cabo, todo se resume en eso. Comprender; cuando comprendemos somos capaces de aceptar, de acompañar, de asumir, de desaprender, de reinventarnos hasta el infinito.
Besos de tarde de primavera, aún no cálida.***