COMO
DULCE DE CARAMELO…
Tengo
el corazón blandito
lleno
de rojo y dulce
a
punto de convertirse
en
piruleta para que chupes,
el
sabor de mis mañanas
y
la gracia de lo que puse
en
la funda de mi almohada,
detrás de mi engatuse.
Para
que vayas descubriendo,
Lo
que sin pretenderlo, te asuste.
Cuando
mis ojos te hablen
y
mi boca quiera que la uses
y sea imposible que dejes
de
beber de la fuente y de las nubes
el
licor de nata y fresa
que
desde niña te dispuse
desde
lo profundo de mi sexo
hasta
el confín de lo que te guste.
Y
que no te pierdas nunca
en
el laberinto del deseo
de
ser yo la única
que
en ti, ajuste.
Como
tuerca que se enrosca
En
el tornillo de tu fuste
Y
abandones para siempre
Todo
aquello que te disguste.
Y
me eleves a ser reina
de
tu mundo de aligustres.
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